El reloj y genios de la venta
El reloj y genios de la venta
Personas
MOZO DE MULAS. |
CUATRO HOMBRES. |
JUANA. |
(Sale PEDRO, mozo de mulas, muy guapo.) | |
PEDRO: | Mete esas mulas Diaguillo, |
(Dentro JUANA, cantando.) | |
JUANA: | En llamando a la Venta |
PEDRO: | Muy canora está Juanilla, |
(Sale JUANA, cantando.) | |
JUANA: | El vinagre y el vino |
PEDRO: | ¡Ah, señora Juana!, ucé |
JUANA: | Mucho más acá hay posada. |
PEDRO: | Yo soy honrado y rehonrado. |
JUANA: | Tu alma, Perico, sea honrada. |
PEDRO: | Cierto que eres mentecata, |
JUANA: | Nunca falta. |
PEDRO: | ¿Y qué tenemos? Que aquí |
JUANA: | Pues porque sepas, Perico, |
JUANA: | Las camas son de Chinchón, |
PEDRO: | Aqueso, Juana, se entiende |
JUANA: | ¿Quién lo duda, camarada? |
PEDRO: | Traigo figuras extrañas. |
JUANA: | Vaya. |
PEDRO: | ¡Ah, señores de la tropa! |
HIPOCÓNDRICO: | Como ello no haya guitarra, |
JUANA: | Todos sentándose vayan |
PEDRO: | Ello no hay camas, tiéndanse a lo ancho |
JUANA: | Yo aquí, junto a Perico, me recuesto. |
EL DEL RELOJ: | ¡Que un hombre con reloj ande en aquesto! |
EL DE LOS VESTIDOS: | Bien hice en no traer a estos desmanes |
JUANA: | Perdónenme, por Dios, que yo quisiera |
EL DE SU LUGAR: | Para camas de tela, Villalpando. |
PEDRO: | Ya no puede la noche malograrse, |
HIPOCÓNDRICO: | ¿Saben ustedes que he notado hoy día |
JUANA: | ¡Oh, es dada solamente al entendido! |
EL DE LOS VESTIDOS: | De hipocondría tengo yo un vestido. |
HIPOCÓNDRICO: | Este es un triste mal y es barbarismo |
EL DE LOS VESTIDOS: | Pues por eso mismo, |
PEDRO: | No se porfíe y vamos a otra cosa. |
JUANA: | ¿Siete son? |
PEDRO: | Siete son. |
JUANA: | Yo imaginaba |
PEDRO: | Siete son ¿no es cosa brava? |
EL DEL RELOJ: | Esa porfía presto se remedia, |
PEDRO: | ¿Siete y media? ¡Jesús! ¿Qué está diciendo? |
EL DEL RELOJ: | Juzgué que se dudaba qué hora era, |
EL DE SU LUGAR: | Para eso de relojes, Villalpando. |
PEDRO: | Ya escampa. Este es más fuerte disparate: |
HIPOCÓNDRICO: | ¡Que haya en el mundo nadie que se ría! |
PEDRO: | Y usted, hidalgo, ¿no se ríe de ello? |
HIPOCÓNDRICO: | ¿Aqueso un hombre honrado ha de decirme? |
PEDRO: | Pues ¿es contra estatuto el alegrarse |
HIPOCÓNDRICO: | No es para todos, no, la hipocondría. |
JUANA: | Vea uced bailes, vea mojigangas, |
EL DE LOS VESTIDOS: | Agora que uced habla de colores, |
JUANA: | ¿Pepinino decís? No hay quien lo entienda. |
PEDRO: | No se haga, por Dios, todo contienda, |
JUANA: | El Ángel de la Guarda anda en aqueso |
EL DE SU LUGAR: | Para Ángeles de Guarda, Villalpando. |
JUANA: | No he tenido jamás noche tan buena. |
EL DE LOS VESTIDOS: | Pues yo, guisando estoy un vestidillo |
PEDRO: | ¡Pese al muy figura! |
EL DE LOS VESTIDOS: | Estese quedo; y luego, prensadura. |
PEDRO: | ¡Tome el bergante! |
JUANA: | Aquesto paró en voces. |
PEDRO: | Guarnezca el vestidillo destas coces. |
JUANA: | Detente, Pedro. |
PEDRO: | Aquesto más me emperra. |
EL DE SU LUGAR: | Dale, que le da al uso de mi tierra. |
PEDRO: | Pues ¿con mi cara hacéis demostraciones? |
EL DE LOS VESTIDOS: | ¡Ay si se me han quebrado los brahones! |
JUANA: | No tenéis que cuidar, no se quebraron. |
EL DEL RELOJ: | (Mirando el reloj.) |
EL DE LOS VESTIDOS: | Eso me irrita más, que no las coces. |
JUANA: | Tener, y parar a dar fin a estas voces. |
TODAS: | ¿Qué mandáis? |
PEDRO: | (Canta.) |
TODOS: | ¿Qué queréis |
PEDRO: | Que cantando, tañendo y bailando, |
JUANA: | El reloj del cochero, |
OTRA MUJER: | Diga de Villalpando |
EL DE SU LUGAR: | En verdad que imagino |
TODOS: | En verdad que imagino |