El que de su quietud tanto se olvida
El que de su quietud tanto se olvida, que entrega a bravo mar frágil navío; el que en la guerra, por mostrar su brío, pone contra mil balas una vida; quien todo su caudal de un lance envida; quien no esgrime, y se arriesga a un desafío; quien se opone al capricho, o al desvío de una mujer hermosa y presumida; el que sube a una cátedra sin ciencia, y el que al púlpito saca sus sermones, fundando en su memoria su elocuencia, todos ellos de ti tomen lecciones en materia de arrojo y de imprudencia; pues al Teatro das composiciones.