El que de su quietud tanto se olvida

El que de su quietud tanto se olvida
de Tomás de Iriarte


 El que de su quietud tanto se olvida,   
 que entrega a bravo mar frágil navío;   
 el que en la guerra, por mostrar su brío,   
 pone contra mil balas una vida;   
 
 quien todo su caudal de un lance envida;  
 quien no esgrime, y se arriesga a un desafío;   
 quien se opone al capricho, o al desvío   
 de una mujer hermosa y presumida;   
 
 el que sube a una cátedra sin ciencia,   
 y el que al púlpito saca sus sermones,  
 fundando en su memoria su elocuencia,   
 
 todos ellos de ti tomen lecciones   
 en materia de arrojo y de imprudencia;   
 pues al Teatro das composiciones.