El propósito desesperado

El propósito desesperado
de Serafín Estébanez Calderón


 Si por robarte a mi pasión ardiente   
 tus deudos, descargando el fiero amago,   
 te arrebatasen con ardid aciago   
 de estos ojos que lloran por ti ausente;   
 

 aunque en un fuerte alcázar eminente  
 te encante por las artes de algún mago,   
 y que entorno te cerquen con un lago   
 de fuego hirviendo con voraz corriente;   
 

 O aunque te oculten en el hondo silo   
 del monte más oscuro y más distante;  
 por lograrte lanzárame tranquilo,   
 

 y hendiera un mar de lava fulminante,   
 o bajara en tu busca al negro asilo,   
 siempre que fueses a mi amor constante.