El perro y el trozo de carnero

Un perro una vez pasaba

otro río como el Duero

y un pedazo de carnero

entre los dientes llevaba.

La sombra, que no era poca,

dentro de las aguas vio

y por cogerla soltó

lo que llevaba en la boca.

Fue a asirla, y su desvarío

el perro al instante vio;

volvió a su carne, y halló

que se la llevaba el río.


Moraleja:

La ambición rompe el saco.

Félix Lope de Vega y Carpio.