El pasaporte amarillo: 09

El pasaporte amarillo
de Joaquín Dicenta
Capítulo IX

Capítulo IX

-Soy yo: ¡abre, Miguel, abre!

Casi desnuda estaba, arropado el cuerpo en un largo abrigo de pieles.

-¿Tú?... ¿A qué vienes?

-A decirte que acabo de matar a un hombre, a Iván Petrovitch.

-¡Tú!...

-Yo.

-¿Qué has hecho?

-Matar antes que perder la honra. Porque soy honrada, Miguel. Tú dudaste de mi honradez porque la cédula amarilla me proclamaba infame. ¡Dudaste de mí sólo porque leíste en ella! ¡No quiero que dudes! ¡Lee en mí; leo en este cuerpo que te brindo, tan ajeno al trato con varón como ajena al beso de varón estaba mi frente el día que la desfloraron tus labios!

-¡Débora!...

-¡Tenme! Después, cuando no dudes, vengan la prisión y la muerte.

-¡No! Aun hay tiempo. Mi hermano puede salvarnos. ¡Ven!