El pajarero
De las sierras él, de la sierra los pájaros,
la jaula de varillas y la lejanía
del canto que se alarga en la calle:
"Vendo pájaros.., pájaros...
Cardenales azules, cardenales rojos...
Calandrias de los talas,
jilgueros de las cinas cinas.
Yo mismo los cazo
¡Tengo toda la piel historiada de espinas!
Por la calle,
traza, voz y pájaros serranos,
el pajarero viene
con un loco paisaje modernista en la mano.
¡Es una fiesta de plumas de colores!
Rojos y azules fuertes de los cardenales;
mirlos de azabache;
seda, noche y sol de los jilgueros...
¡El pajarero viene con el campo en la mano!
¿No cantan? No cantan
porque vienen del campo... Recién los he cazado.
Aún extrañan los árboles y el cielo.
Tienen las alas largas de volar,
los ojos magníficos de infinito y de campo...
Calandrias, cardenales, jilgueros y dorados
ya cantarán, no tema..
Tengo muchos -¡muchos!- en mi vida cazados.
Algunos se me han muerto, pero otros han cantado!