​El pañuelo​ de Manuel Reina


                         (ORIENTAL) 
 La sultana Amina llora, 
 llena de horror y tristeza, 
 porque en una pica mora 
 ve clavada la cabeza 
 del hombre a quien ella adora. 
 Sus sedas, gasas y tul, 
 rasga, iracunda y furiosa; 
 tira su turbante azul 
 y su diadema preciosa 
 que vale más que Stambul. 
 Pisa joyas y diamantes, 
 destroza su rico velo, 
 y las de color de cielo 
 telas, que adornan brillantes, 
 su lecho de terciopelo. 
 Llega Mahomet ultrajado; 
 a la llorosa sultana 
 mira con rostro irritado, 
 y echa en su falda de grana 
 un pañuelo ensangrentado. 
 «¡Es su sangre!», dice Amina; 
 y con una damasquina 
 daga, su garganta hiere; 
 la hermosa cabeza inclina, 
 nombra a su amador... y muere.