El llanto del soltero
Sin ti...¡cuán negra y angustiosa y larga
pasé la noche toda, amada mía!
¡Sin ti me encuentra el implacable día;
sin ti y en honda soledad amarga!
Ya el sueño, que mis párpados embarga,
sin ti mis pasos hacia el lecho guía;
y pues no estás en él, en él querría
dejar por siempre del vivir la carga.
Pero ¿quién eres tú? ¿Luz postrimera
eres del bien perdido, o vaga sombra
de un nuevo bien que al porvenir demando?
No sé, no sé quién eres. «Compañera»
te llama el corazón cuando te nombra,
y las noches sin ti paso llorando.