El lirio
-«Si las flores se agostaron
»al rigor del sol de estío,
»¿cómo, lleno de frescura
»y de encantos peregrinos,
»tú solo al cielo levantas
»la frente, cándido lirio?»-
-«Es que guardé cuidadoso
»una gota de rocío,
»que depositó la aurora
»en mi seno alabastrino;
»y a esa dulce gota debo
»la pureza con que brillo.»-
La inocencia es para el alma
cual la gota de rocío:
aquellos que la guardaren
inmaculada, de fijo
alzarán siempre su frente
tan pura como los lirios.