El libro talonario: 04
Escena IV
editarLuis, solo.
LUIS. ¡María, sólo tu imagen
ante mis ojos contemplo!
Todo lo demás no existe
para este amor, que en mi seno
es la suprema esperanza
y es el supremo tormento.
Honor y amistad olvido:
ante nada retrocedo:
para conseguir tu amor
hasta la infamia desciendo.
Compré conciencias con oro;
con oro compré secretos,
y hoy en mis manos las pruebas
del amor de Carlos tengo.
Estas son las cartas:
(Sacando unas cartas.)
¡cómo
filtrarán sutil veneno
de mi adorada María
en el agitado pecho!
¡Cómo inflamarán sus frases
los mal contenidos celos
de la esposa, y en venganza
trocarán su llanto acerbo!
¡Cuánta pasión puso Carlos,
al escribir a Loreto,
en los ardientes renglones
de este papel indiscreto!
(Pausa.)
Esto es infame, lo sé:
de mí mismo me avergüenzo;
pero evoco de María
el abrasador recuerdo.
¡y ay de mí, que ya no lucho!
¡Ay, que resistir no puedo!