El jardín y el monte
Burlose un jardín florido
de la incultura del monte;
-«¿Cómo así tan sin ropaje?
»¿Tu desnudez no conoces?
»¡El manto con que me cubro
»lo esmaltan ricos colores;
»pero el tuyo es deslucido:
»¡Qué aridez! ¡Serás muy pobre!»-
-«Esto dicen; mas no pienses
»que tus galas ambicione;
»las flores que tú produces
»son bien efímeras flores;
»apenas duran un día.
»Pero yo he criado el roble,
»y el roble vivirá un siglo:
»la diferencia es enorme.»-
Qué bien dijo aquel que dijo
«que el hábito no hace el monje.»