​El gato y las ratas​ de Esopo


Había una casa invadida de ratas. Lo supo un gato y se fue a ella, y poco a poco iba devorando las ratas.

Pero ellas, viendo que rápidamente eran cazadas, decidieron guardarse en sus agujeros.

No pudiendo el gato alcanzarlas, ideó una trampa para que salieran.

Trepó a lo alto de una viga, y colgado de ella se hizo el muerto. Pero una de las ratas se asomó, lo vio y le dijo:

— ¡Oye amiguito, aunque fueras un saco de harina, no me acercaría a tí!


Moraleja: Los malvados, cuando no pueden dañar a sus víctimas directamente, buscan un atrayente truco para lograrlo. Cuídate siempre de lo que te ofrecen como muy lindo y atrayente.