El gallo y el pato

El gallo y el pato
de Fernán Caballero


Reinaba un gallo en un corral. Hízose amigo suyo un pato, que tenía buena pluma, había navegado y patullado en la fuente del saber; su andar no era garboso, pero firme; su voz no era melodiosa, pero grave y sostenida. Este le aconsejó a su amigo el gallo que se cortase la cresta, que era chocante, y los espolones, que eran inútiles. El gallo condescendió, y se fue a dar un paseo con su amigo.

Este, que era muy confiado, dejó la puerta del corral abierta. Cuando volvieron fue el gallo a su hogar a encender, y vio en él dos luces.

-¡Qué luces tan raras son estas! -dijo el gallo.

Y acercándose vio que eran los ojos de un gato que se le abalanzó.

Pusiéronse a pelear.

El pato, que esto veía, no paraba de repetir:

-Paz, caballeros; paz, paz, caballeros; paz, paz, paz, paz.