El fuego que en mi alma se alimenta

El fuego que en mi alma se alimenta
de Fernando de Herrera


 El fuego que en mi alma se alimenta,   
 y consume al estéril duro frío,   
 da vida al casi muerto pecho mío,   
 y en virtud de sus llamas me sustenta.   
 

 Justo es que muera y viva en él y sienta 
 la gloria de mi dulce desvarío,   
 porque de mis trabajos yo confío   
 la esperanza del premio en quien me alienta.   
 

 Como en inmenso frío junta espira   
 inmensa oscuridad, cuya tristeza  
 ocupa el corazón con grave pena:   
 

 Así con el excelso ardor conspira   
 excelsa luz, que deja en su belleza   
 mi alma de alegría y de bien llena.