El don de la palabra :8

El don de la palabra - Ramón Campos


Sumario de este Tratado

  • Capítulo I

Primordialmente no hay diferencia de nombre a verbo. La primera creación de los verbos es el tiempo llamado infinitivo. El tiempo presente y futuro se descomponen de suyo en varios grados. Los modos de los verbos no son solamente el indicativo, optativo, imperativo e infinitivo; sino que puede haber otros modos sin límite. La lengua castellana, además de la voz activa y pasiva de los verbos, tiene en ellos una voz particular que debe llamarse voz doble. En lo primordial se hacen las conjugaciones sin verbos auxiliares. Los nombres, además de los numerales dual y plural, pueden tener otros números. Las declinaciones se hacen primordialmente variando las terminaciones. La creación de los nombres es en el caso llamado nominativo; y éste no es caso en la voz activa. La declinación de los nombres adjetivos es tan natural como ridícula la nomenclatura gramatical de los géneros. Los nombres, además de sus casos, pueden tener infinitas modificaciones.

  • Capítulo II

La abstracción no es operación del pensamiento. Los pronombres, los adjetivos, las preposiciones, los adverbios y las conjugaciones no son de creación primordial. Los artículos son pronombres en su origen.

  • Capítulo III

La abstracción se hace por medio de las palabras sin intervención del pensamiento. Los nombres adjetivos son en su origen sustantivos. La memoria y la formación de las ideas generales son efectos del don de la palabra, y de ningún modo operaciones del pensamiento. El lenguaje de accionado no es suficiente para la operación de la abstracción. La tendencia del pensamiento a concretar hace cundir las abstracciones. Las palabras de los números no son primitivas. En lo primordial no puede el pensamiento definir ningún número ni cuenta que exceda los límites de los números de los nombres. La idea del número primordialmente no es aritmética, sino geométrica. Ninguna palabra dependencial o referencial es palabra primitiva.

  • Capítulo IV

Las lenguas muertas son más enérgicas que las vivas. Las lenguas vivas desmenuzan y concentran más el pensamiento que las lenguas muertas. Lo que suelen llamar los literatos decadencia de las lenguas es un progreso para el pensamiento. Las trasposiciones de las lenguas antiguas y su composición de palabras son contra el carácter de la filosofía. Especifícase el influjo de las lenguas en las opiniones. Especifícase la naturaleza de la elocuencia. Las opiniones en orden al arreglo de las partes de la oración no tienen fundamento. Cada lengua usa la sintaxis que le conviene. No hay una sintaxis general a todos los idiomas, y en caso de haberla, es absolutamente imposible su descubrimiento. La sintaxis del lenguaje de accionado es la única de la naturaleza, pero no puede aplicarse a los idiomas sino en su periodo primordial. Los adverbios de cualidad son propiamente nombres adjetivos. La creación primordial de las palabras no es acto arbitrario. En lo primordial hay muy pocos verbos y muchos nombres. Casi todos los verbos son derivativos.

  • Capítulo V

Una lengua que modificase las palabras variándoles el tono o el semitono músico se hace invariable e incapaz de ningún progreso, imposibilitando todas las abstracciones e ideas generales, a excepción de aquellas que salen de los nombres adjetivos. Semejante lengua no puede desmenuzar las palabras en letras. La lengua de los chinos parece hallarse en este caso, y explica la perdurable estupidez de aquella opulenta nación. Los chinos no podrán aprender lenguas europeas, ni los europeos pensar en chino. Las lenguas monosilábicas como las del Norte separan demasiado el pensamiento, hacen dificultosa la operación del generalizar, y retardan los progresos del pensamiento. El acento y la cantidad de la sílaba no son una misma cosa. El acento dobla el tiempo de la sílaba. En francés no hay acento; en castellano y en italiano todas las sílabas son de un mismo tiempo, y sólo el acento es quien las alarga; en inglés hay sílabas largas y acento.

  • Capítulo VI

Despojando del sonido las palabras, se reducen a la esencia del lenguaje de accionado. No se identifican con las cosas en el pensamiento de los sordos. No es posible infundir ninguna idea abstracta ni general a los sordos de nacimiento. La enseñanza no les cultiva el pensamiento. El enseñar a leer, hablar y escribir a los sordos, en medio de utilizarlos para el comercio social, les quita la energía natural de su pensamiento. Todas las lenguas empiezan por palabras monosílabas. Como los monosílabos crecen a polisílabos.

  • Capítulo VII

Especifícase la naturaleza de la abundancia, armonía e índole de las lenguas. Comparación de las lenguas antiguas con las modernas. Particularísima abundancia de la lengua castellana en las derivaciones de los nombres. El plan que debe seguirse en la exposición de los idiomas. No proceden de un mismo origen, es decir, de unos mismos fundadores las actuales lenguas de los hombres, pues las del Norte, las del Mediodía y las de Levante son esencialmente diferentes en su cimiento primordial.