El dique y el torrente
(Premiada)
-«No me sujetes, -decía al dique
cierto torrente,- déjame en paz:
»aquellos tiempos en que asolaba
»estas riberas no volverán.
»Mudé de genio: cambié costumbres;
»nada de bríos, ni de altivez;
»hoy me deslizo, cual arroyuelo
»manso, muy manso, como tú ves.
»Y al que da muestras de humilde y útil,
»¿no has de volverle la libertad?»-
-«Cierto, el influjo de tu onda suave
»en estos valles es eficaz»-
-contestó el dique,- y aunque me debes
»el cambio extraño que en ti se obró,
»nada reclamo; te quito el freno,
»para que corras a tu sabor.»-
Vino el invierno, y aquel torrente
más iracundo volvió a crecer,
inundó valles, derribó muros,
y el llanto y luto sembró otra vez.
Tras tanto estrago -«Construid diques
»gritaba en coro la vecindad:-
»que los torrentes y las pasiones,
»antes que crezcan se han de enfrenar.»-