El complejo de ratón/El insultador caritativo

El insultador caritativo


Son muy comunes los "insultos de buena voluntad", o sea, groserías hechas con buena intención, majaderías con pretextos moralizantes. Es muy común el zángano que le da por insultar a gente, desde personas de su familia hasta dependientes suyos con la excusa moral de "para que no lo vuelva a hacer..", o "a ver si con eso entiende...".

Este tipo de educación por el ridículo es totalmente contraproducente y revela una falta incuestionable de calidad humana, es muy frecuente en los tipos que sienten que "la vida no los ha tratado como merecen".

Atentan directamente contra la imagen de inteligente de la persona a quien ofenden, y como normalmente estas personas no se pueden defender, brotan rencores y sentimientos profundos, además de una falta de respeto irreparable.

De peor calaña son los que hacen segunda voz para ridiculizar aún más al caído, queriendo congraciarse con el jefe de la situación.

Estas desviaciones se dan en distintos grados y nadie se puede excluir totalmente. Sería una enorme ganancia si nos diéramos cuenta de que los que más quedan en ridículo son los que ofenden en esa forma.

Las personas más atacadas por este mal me sirven de buen ejemplo para mi principio, pues precisamente son tan odiosas por que nos hacen aparecer ante los demás como personas mensas. Se necesita un grado de humildad verdaderamente heroico para perdonar a estos tipos.

El grado enfermizo de este comportamiento es cuando el tipos e siente "vigilante" de la sociedad. Es el que le avienta el coche encima al que viene en sentido contrario, es el que raya la pintura de un coche por que siente que contamina más de lo normal, se cree el juez de la moda mundial, siente el derecho de llamar a medio mundo un naco, se siente una especie de "castigador" de conductas impropias, por cierto también se cree con derecho a premiar a los que el cree que se lo merecen, el ejemplo típico es el del tipo que ve por el espejo a un coche de lujo y casi se sale del camino por darle el paso; pero que no vea a un coche todo destartalado que viene atrás, por que le avienta el coche encima y aumenta la velocidad. No sea que lo vaya a rebasar.