Nuevas fábulas
El cedro

de Felipe Jacinto Sala



-«Gigante cedro, que al cielo
»alzas tu frente sublime,
»¿de qué madera te hicieron,
»que tanto embate resistes?
»No importa que el cierzo ruja,
»no importa que el rayo brille;
»no hay fuegos que te consuman,
»ni vientos que te derriben;
»¿será el verdor de tus hojas,
»y el suave olor que despides,
»digno galardón, acaso,
»de tu firmeza invencible?»-
-«Lo ignoro; -el árbol del Líbano
contestó con voz humilde;-
»sé que una virtud poseo:
»la de ser incorruptible.»-





¡Fueran belleza y justicia
labrados de cedro insigne!...
No se mellaran las honras;
ni quedara impune el crimen.