El castigo del perdón
Cual paria en la estancia de la vida
nada logra llamarme la atención
ni el alma llora ni mi corazón ríe
ni mis facciones reflejan el dolor.
Veo pasar las cosas indolente
parece que mi ser es abstracción
nada me arredra y buscando la muerte
la invoco y la suplico con sereno valor.
Ven ¡oh ! señora, acude a mi llamada
que estoy dispuesto a negociar con vos
mi vida entera sin titubear ofresco
y sólo exijo lo que a deciros voy:
Has de ir en busca de la que fue mi amada
vuestra guadaña usaréis con rencor
y con su sangre le pondréis en la frente
a esta mujer perjura la castigó el señor.
Mundo tan falso, tan lleno de mentiras
cieno maligno que enlodas todo ser
tu fango alcanza salpicando veneno
inmunda mezcla del buen y mal querer.
De tu gran circo en el tablado humano
danzan grotescos el amor y el dolor
la farsa es vida y así por parodiarla
a Dios pedir pudiera el castigo del perdón.