El carretero y Hércules

El carretero y Hércules
de Félix María Samaniego


En un atolladero
El carro se atascó de Juan Regaña; 
Él a nada se mueve ni se amaña, 
Pero jura muy bien: gran Carretero.
A Hércules invocó; y el dios le dice: 
«Aligera la carga; ceja un tanto;
Quita ahora ese canto;
¿Está?» «Sí, le responde, ya lo hice.» 
«Pues enarbola el látigo, y con eso 
Puedes ya caminar.» De esta manera, 
Arreando a la Mohina y la Roncera, 
Salió Juan con su carro del suceso.


Si haces lo que estuviere de tu parte 
Pide al cielo favor: ha de ayudarte.