El canto de Amarilis

El canto de Amarilis
de José Marchena

 Quitad allá las ciencias,
 dejadme mis amores.
 allá dispute el sabio,
 otro piense, y yo goce.
 Denme a mí de Amarilis
 oír los cantos acordes,
 que encienden en mi pecho
 mil amantes ardores.
 Que Florián a Trigueros
 le colme de loores,
 que Forner satirice,
 y Guarinos elogie;
 y que estas necedades
 diviertan a la corte,
 ¿qué a mí, que odio los lauros
 de Minerva y Mavorte?
 ¡Oh, pueda yo beodo
 las suavísimas voces
 escuchar de Amarilis,
 y arder en sus amores!
 La vida es deleznable,
 veloz el tiempo corre;
 pues gocemos placeres,
 y evitemos dolores.
 ¿No ves marchito el prado,
 y secas ya las flores?
 ¿No ves de escarcha y hielos
 coronados los montes?
 Unas en pos de otras
 se van las estaciones;
 la juventud con ellas
 ¡ay! huye y los amores.
 Ligero el tiempo vuela;
 pues ¡ah! no le malogres.
 ¿Qué sabes si más vida
 te conceden los dioses?
 Ya he visto yo los filos
 de las tajantes hoces
 segar la seca espiga
 con las lozanas flores.
 Vivamos y gocemos
 antes que triste llores
 tu engaño, y tu hermosura
 la llames y no torne.