El avestruz y el ganso

Fábulas argentinas
El avestruz y el ganso

de Godofredo Daireaux


El avestruz y el ganso, teniendo que recorrer juntos cierta distancia, caminaban a la par. Al cabo de muy poco tiempo, el ganso, todo cansado, le dijo al avestruz:

-¡Pero usted anda demasiado ligero, amigo!

-Si voy al tranco -le contestó el avestruz.

Y después de andar algún trecho más, se dio vuelta el ganso, exclamando:

-¡Mire, cuánto hemos andado ya!

-Mire más bien -le dijo el avestruz-, cuánto tenemos que andar todavía.

Para el ave de patas cortas cualquier paso es rápido y cualquier paseo es un viaje. Y para gente de vistas cortas cualquier adelanto también es incomparable progreso.