El ave santa, en cuyo pico asido

El ave santa, en cuyo pico asido
de Lope de Vega
A San Simón. Carmelita
Soneto LXXVI
   El ave santa, en cuyo pico asido 
vio el mundo el ramo de la paz humana,
y a cuyos pies el cielo de Diana
sirve de trono, aunque de sol vestido,
   con más süave y más sutil sonido
que el aura al alba envuelta en nieve y grana,
batió bañada en dulce tramontana
las alas de oro al Carmelita nido.
   Simón, nuevo Eliseo, pastor santo,
adornando la fénix del Carmelo,
«Éstas, dijo, serán la salas mías».
   Asió la fimbria del celeste manto,
formando entre los dos escala al cielo,
hasta que vuelva de su carro Elías.