El anillo (Calderón)
Ve, pobre anillo, hasta la linda mano de la hermosa que adora mi fiel pecho. Ve, ve, cumple y disfruta satisfecho de galardón tan alto y soberano. Dile pues que en tu óvalo galano quisiera yo enlazar con dulce estrecho mi blando corazón, de cera hecho, con el suyo, aunque helado y tan tirano. En tu círculo de oro misterioso, y en el firme diamante que te adorna, el más constante eterno amor aprenda: Mas si me vende, el cerco prodigioso, tú mismo con estrépito trastorna, y así esta magia su traición reprenda.