El anciano y la muerte

Véase también: El viejo y la muerte
El anciano y la muerte
de Esopo

Un día un anciano, después de cortar leña, la cargó a su espalda.

Largo era el camino que le quedaba. Fatigado por la marcha, soltó la carga y llamó a la Muerte. Esta se presentó y le preguntó por qué la llamaba; contestó el viejo:

-Para que me ayudes a cargar la leña...


Moraleja: Por lo general, el impulso por la vida es más fuerte que su propio dolor.