​El amor y el amistad​ de Tirso de Molina
Acto I
Acto II

Acto I

Sale DON GUILLÉN de Moncada.

  

GUILLÉN

Alta presunción de nieve,
pirámide de diamante,
encelado que gigante
al primer zafir se atreve,
el sol en tus cimas bebe 5
espíritus de candor
y a penas su resplandor
sale con luz pura y mansa,
cuando en tus hombros descansa
por ser el sitial mayor, 10
sierra augusta opositora
del alba tu luz admira,
pues cuando Apolo te mira
sospecha que eres su aurora,
pródigo tu plata dora 15
cuando tú su oro plateas,
por la región te paseas
que a Diana se avecina
y ya impresión peregrina
asombras como recreas. 20
Tu cumbre que se dilata
linde ya de las estrellas,
competirte hace con ellas
brillando rayos de plata,
arreboles de escarlata 25
afeitan más tu belleza,
título tienes de alteza,
pues en el clima español
es, con ser monarca el sol,
diadema de tu cabeza. 30
Sierra catalana, Estela,
aunque en tus faldas habita
tus altiveces imita
y más que tus riscos vuela,
como me abrasa me yela. 35
Que si celos son vislumbres
la nieve usurpa a tus cumbres
y el fuego pone mi amor,
dila que es mesclar rigor
deleites con pesadumbres. 40


(Salen ESTELA y DON GRAO.)

  

ESTELA

La sangre que de Cardona
me ennoblece en Ampurdán
y las montañas que dan
seguridad a Girona
me inclinan al ejercicio 45
de la caza, como veis,
y en una mujer diréis
que es libertad sino es vicio.
Pero en estas soledades
la ociosidad tal vez manda 50
dando treguas a la Holanda
buscar las curiosidades
que en el monte cada día
halla la caza.


GRAO

No siento
que en ese entretenimiento, 55
Estela, a imitación mía,
divertáis la voluntad
en fe que amor no la enlaza,
que de ordinario la caza
es señal de libertad. 60
Siento que vuestra belleza
en agravio de mi amor
alimente su rigor
en esta inculta aspereza.
Pues si siempre andáis por ellas 65
sin que yo os merezca ver,
¿qué vendréis Estela a hacer
si no es una peña dellas?

GUILLÉN

(Aparte.)
 
¿Estela y don Grao aquí?,
¿y a caza solos los dos?, 70
no sois tan constante vos,
marquesa, como creí.
Ni siempre mienten los celos,
que como en el alma viven
su divinidad reciben 75
y adivinan sus desvelos.
¿Siendo mi amigo me ofende
don Grao?, mas la falsedad
sostituye en la amistad
y como hipócrita vende 80
engaños disimulados,
ya pasáis a certidumbres
sospechosas pesadumbres,
celos sois averiguados.
Amorosos desconciertos, 85
¿no es mejor verdad desnuda
vivir con celos en duda
que no con agravios ciertos?
¿Qué he de hacer para escuchar
sin ser visto lo que tratan? 90
Malas sospechas me matan,
permitidme aquí ocultar.
Satisfaré los oídos,
que celos sombra de amores
deben de ser malhechores 95
pues andan siempre escondidos.


ESTELA

En fin, ¿en vuestra opinión
tengo fama de intratable
por la caza deleitable
que ocupa mi inclinación, 100
comparándome a las peñas
que aquesta aspereza cría?

GRAO

¿Si andáis en su compañía
qué mucho que por las señas
de quien siempre os entretiene 105
saque vuestra condición?
De la comunicación
a participar se viene.
¿La costumbre y natural
no busca su semejante 110
cada cosa?, ¿el que es amante
no comunica su mal
con quien tiene amor?, ¿no vive
con valientes el soldado?,
¿con ricos el hacendado?, 115
¿el que es tahúr no recibe
a los de su facultad
con gusto?, ¿no anda el ladrón
con los de su profesión?,
¿la juventud con su edad? 120
Hasta una cosa insensible
si se frecuenta transforma
en quien la trata su forma
el sol de luz apacible.
En la cara del pastor 125
sus efetos manifiesta,
pues su frecuencia la tuesta,
la nieve da su candor
al alemán que la habita,
tiembla el que el azogue trata 130
en fe que en él se retrata,
en fin cuanto uno ejercita
convierte en naturaleza.
¿Pues qué mucho esté la mía
si los montes todo el día 135
o se enseñan su aspereza,
que en vos transformada esté?
Si esta verdad me negáis
decidme con quién andáis
y yo quién sois os diré. 140

GUILLÉN

No puedo bien percebir
lo que están los dos hablando,
celos idos acercando,
que aunque soléis tras oír
esta vez para más quejas 145
de mi ciega voluntad,
desmentís la antigüedad
que os pintó todos orejas.


ESTELA

Mal don Grao conjeturáis
si del monte que frecuento 150
con tan poco fundamento
que no tengo amor sacáis.
Porque antes me dan lición
sus peñas, plantas y flores,
que en la facultad de amores 155
eternas escuelas son.
Las peñas de su firmeza
mal enseñan a ser constante,
no hay planta que no sea amante
coronando su cabeza 160
de las yedras, cuyos lazos
tejen laberintos bellos,
pues si unas aumentan cuellos,
otras multiplican brazos.
Las flores cuyos matices 165
labran planteles perfetos,
de amor imitan afectos,
ya prósperos, ya infelices.
Y siendo sus semejanzas
pintan con varias colores, 170
en lo amarillo temores
como en lo verde esperanzas.
Si lo azul me causa celos
lo morado me asegura,
lo blanco es voluntad pura 175
si lo leonado desvelos.
Y todo junto pregona
con guirnaldas que me ofrece,
que al que amando permanece
la posesión le corona. 180
Y así estos montes de adonde
conjeturáis mi desdén
me enseñan a querer bien.

GUILLÉN

Que le quiere bien responde.
Y aunque cual o cual razón 185
atento en mi daño noto,
pues como de papel roto
cláusulas sin orden son
las que inquietan mi deseo
en agravio de mi amor, 190
cual versos en borrador
mis desengaños deletreo.


GRAO

¿En fin queréis bien?


ESTELA

Secreto
estuvo hasta aquí mi gusto,
porque conservarle gusto 195
con el silencio discreto.
Mas ya el callar será agravio
de mi amante y la lealtad
que debéis a su amistad,
pues siendo tan noble y sabio 200
esto y cierta dejaréis
intentos, que como os digo
son contra el mayor amigo
que en Cataluña tenéis.


GRAO

Válgame Dios, según eso 205
de don Guillén de Moncada
Estela sois prenda amada.


ESTELA

Si es amar no tener seso
loca estoy por don Guillén.


GUILLÉN

Los dos nombrándome están, 210
celos de don Grao serán,
los que queriéndose bien
a mi nombre obsequias hacen.

GRAO

Ignorante le he ofendido,
mas cruel amigo ha sido, 215
pues si a solas satisfacen
los que lo son sus cuidados
dándose de su afición
recíproca información
y no hay casos reservados. 220
En la amistad verdadera,
la mía está defraudada
pues nunca me ha dicho nada.


ESTELA

La misma queja pudiera
formar de vos don Guillén, 225
pues también está ignorante
don Grao de que sois mi amante.


GRAO

A poco que os quiero bien,
pero en fin el verle pobre
por ser pródigo cortés 230
no os muda.


ESTELA

Aunque el interés
nombre impropio de amor cobre,
no es interesable el mío,
ya os digo que el monte y prado
lición a mi amor ha dado, 235
mirad ese arroyo frío
que ronda estas flores bellas,
cuyas aguas lenguas se hacen
y solo se satisfacen
en que se miran en ellas. 240
Estos olmos siempre presos
destas parras que los miden,
¿qué premios a su amor piden
sino es abrazos y besos?
Estas aves que acrecientan 245
su amorosa ostentación,
en fe que amor es unión
con unirse se contentan.
Entre aquestas soledades
los brutos que amar pretenden, 250
voluntades solas venden
a precio de voluntades.
Y esto mi amor satisfaga
pues rico el amante está,
que un alma por otra da 255
si amor con amor se paga.

GUILLÉN

Amor por amor le pide,
voluntad por voluntad.
Ay, vidrio del amistad,
¿quebrareisos si no impide 260
mi presencia la ocasión
que os tiene para romper?
Oh, amor, vidrio en la mujer,
¿qué necia satisfación
tiene quien se fía de vos? 265
Vidrio, el amor y amistad,
y a golpes de voluntad,
¿qué va que os quebráis los dos?


GRAO

A firmeza tan constante
amor alabanzas dé, 270
ya Estela hermosa os amé
y si he ofendido ignorante
la amistad que a don Guillén
debo, con envidia honrada
una bella retirada 275
mis deseos nobles den.
Y su ventura celebre
quien vuestra firmeza amó,
pues en vos mi amigo halló
un vidrio que no se quiebre, 280
una caña firme al viento,
un mar sin temer mudanza,
una segura esperanza
a pruebas del sufrimiento.
Una belleza invencible 285
a la riqueza y poder,
y una constante mujer
que es el mayor imposible.
Que yo aprendiendo de vos
de tanto valor testigo, 290
si no amante, seré amigo
verdadero de los dos.
Sin que baste adversidad
a contrastar mi valor,
emulando a vuestro amor 295
las leyes de mi amistad
con deseo más perfeto,
ya mi Estela os quiero bien,
alma soy de don Guillén,
la amistad hizo este efeto. 300
Como alma suya intereso
la dicha que me ha cabido
y en su nombre agradecido
esta mano hermosa os beso.

(Bésasela.)
 
Quejas de haberme callado 305
el quereros voy a dalle
y en ellas a ponderalle
el valor que en vos he hallado.
Que aunque las llamas mitigo
de mi amor, de aquí adelante 310
os adoraré, no amante,
sino dama de mi amigo.

(Vase.)

GUILLÉN

Selló su amor con los labios
en el mudable papel
de su mano y firmó en él 315
su traición y mis agravios.
Celos, ¿de qué sirve hacer
informaciones ocultos
de averiguados insultos
que agora acabáis de ver? 320
Salid que ya es cobardía
el callar y el esconderos,
¡ay amigos lisonjeros!


ESTELA

Don Guillén del alma mía.

GUILLÉN

¿Del alma tuya?, ¿y amparas 325
mudable en ella a un traidor?,
¡qué de almas tiene tu amor
y su amistad, qué de caras,
qué de ojos mis desengaños,
su fe qué de falsedades, 330
mis celos qué de verdades,
qué de experiencias mis daños!
Mi recelo ya no vano
con el hurto te ha cogido
en las manos, sino ha sido 335
con sus labios en tu mano.
No dirás que son antojos
los que acreditando quejas
dan celos de mis orejas
y certidumbre a mis ojos. 340
Pues cuando negar intentes
verdades que el alma toca,
vi en tu mano una boca
con que te diré que mientes.
Goza a don Grao en castigo 345
de tu belleza inconstante,
que mal será fiel amante
quien ha sido falso amigo.
Marquesa de Mirabal
eres y él, conde de Ampurias, 350
y ansí tu interés injurias
si no adoras a tu igual.
Cuando comenzaste a amarme
era poderoso yo,
la amistad me empobreció, 355
quizá por eternizarme
socorros de don Ramón
del conde de Barcelona
perseguido, que pregona
nuestra amistad por traición. 360
Mi hacienda mas no mi fama
han gastado y quien leal
con su amigo es liberal
pudiera obligar su dama
a que estimara su amor. 365
Mas don Grao el tuyo entable
que el falso, tú interesable,
liviana tú y él traidor,
que os améis permite Dios,
porque siendo su mujer 370
no echéis ingrata a perder
más de una casa los dos.
Yo procuraré sanar
desengañado y corrido
del amor que te he tenido, 375
aunque me haya de costar
la vida el romper sus lazos
tu memoria, saldrá aleve,
aunque al sacalla se lleve
el alma tras ti en pedazos. 380
Y mientras a don Grao quieres
haré a los tiempos testigos
de la fe de los amigos
y lealtad de las mujeres.

(Quiere irse.)


ESTELA

Oye espera.


GUILLÉN

¿Qué esperanza 385
me puedes dar, que presuma
firmeza en papel, en pluma,
en humo, en sombra, en mudanza?
En vano disculpas piensas
por más que me persüades, 390
suelta, que el negar verdades
es multiplicar ofensas.


ESTELA

Déjate satisfacer,
que quien cargos manifiesta
y no aguarda la respuesta 395
mal pleito debe tener.
Y no esperes argumentos
que desmientan tus malicias,
con lágrimas, con caricias,
con ruegos, con juramentos, 400
pidiendo a tus celos paces
para aplacar su furor,
que son herejes de amor
y pecan de contumaces,
porque con desprecio igual 405
pienso hacellos más humanos,
que en fin celos y villanos
siempre se llevan por mal.
Al tiempo que es buen testigo
y acreditado por viejo, 410
la lealtad de mi amor dejo
y la opinión de tu amigo.
Y al interés solo paso
con que injurias mis desvelos,
si de locos y de celos 415
es cuerdo quien hace caso.
Hijo es del alma mi amor
si del apetito es
heredero el interés
y ansí es diverso el valor 420
que en los dos se diferencia,
aquel que el alma ennoblece
en vez del oro apetece
la hidalga correspondencia,
que procede en infinito 425
por ser el alma inmortal,
el interés corporal
hereda del apetito.
La utilidad, cuyo exceso
en fe que cual mercader 430
todo es comprar y vender
le pinta con vara y peso.
Pondera tú destos dos
a cuál mi nobleza allano
o al interés que es villano 435
o al amor que en fin es Dios.
Y el tiempo que te querido,
que ya don Guillén no sé
si ofendida te querré,
lo que de ti he recebido 440
sacará a luz la verdad
de mi amoroso cuidado,
¿hete pedido?, ¿hazme dado
fuera de la voluntad
otra prenda que envilezca 445
la fe que en quererte he puesto?,
tratando don Guillén desto
no es mucho que se aparezca
la vergüenza a las mejillas,
lengua con que te desmiente, 450
el alma que noble siente
la bajeza a que la humillas.
Culpa pues tu temor loco,
que pues me has considerado
interesable, ya has dado 455
muestras de tenerme en poco.
Despreciasme ya si estoy
persuadida don Guillén,
en no hacer caso de quien
no me estima en lo que soy. 460
(Vase.)

GUILLÉN

Ah, ingrata, qué fácilmente
tu escusa me persuadiera
a adorarte, si no viera
que es la mentira elocuente
y persuasivo el engaño. 465
Arreboles que mis congojas
ojos hacen vuestras hojas,
o me engañan o me engaño.
¿Yo engañarme?, eso no. Agravios
acreditad lo que oístes, 470
ojos en sus manos vistes
desacreditarse labios.
No os podrán satisfacer
disculpas para conmigo,
que no vale por testigo 475
siendo parte una mujer.


(Sale DON GASTÓN.)

  

GASTÓN

Gracias al cielo que tengo
don Guillén dicha de hallaros,
por solo veros y hablaros,
aunque de camino vengo, 480
antes de ir a Barcelona
quise pasar por Moncada,
que nuestra amistad pasada
lo que os estimo pregona.
Sin que su memoria ofenda 485
la ausencia que en Aragón
nos dividió.


GUILLÉN

Don Gastón
por más que el tiempo pretenda
con su olvido deshacer
correspondencias de amigo, 490
yo que con el alma os sigo,
presente os vengo a tener
cuando más distante estáis.


GASTÓN

¿Qué soledades son estas?,
¿la corte por las florestas 495
de Cataluña trocáis?
¿Tanto la caza os divierte?


GUILLÉN

Es antigua ocupación
catalana don Gastón.


GASTÓN

Pues bien, ¿qué hacéis desa suerte 500
a vista de Mirabal?


GUILLÉN

En este castillo vive
Estela y en él recibe
obligaciones tan mal,
que negándome la entrada 505
quejas de su ingratitud
se oponen a mi quietud
su amor y lealtad quebrada.

GASTÓN

¿Luego sois de Estela amante?


GUILLÉN

Creyó mi afición prolija 510
que era Estela estrella fija
y hallo a Estela estrella errante.
Pero no tratando desto
que es nunca acabar, ¿a qué
don Gastón amigo fue 515
vuestra venida?


GASTÓN

Es molesto
el tiempo que estoy sin vos
y busco ocasión de veros
en fe de cuan verdaderos
amigos somos los dos, 520
puesto que hallaros creí
tan libre como os dejé,
en Aragón me casé,
ya vuelvo a vivir aquí.
Del conde de Barcelona 525
a servirle persuadido
y del rey favorecido
de Aragón que es quien me abona.
Vizconde soy de Manresa
y señor de Martorel 530
por el Conde.

GUILLÉN

Estimo en él
la elección con que interesa
teneros en su servicio,
viudo vengo de Aragón.


GASTÓN

Y con la misma intención 535
de serviros.


GUILLÉN

Dais indicio
de quien sois.


GASTÓN

A la esperiencia
remito aquesta verdad
y en fe de nuestra amistad
habéis de darme licencia 540
para que en vos reprehenda
cosas que a solo un amigo
se permiten.


GUILLÉN

No hay castigo
con que la amistad se ofenda.
Y aunque ignoro la ocasión 545
que de reñirme tendréis,
cuando en la sustancia erréis
admitiré la intención.

GASTÓN

Don Guillén la sangre ilustre
con que el blasón de Moncada 550
acredita vuestro nombre
y ennoblece vuestra casa
la amistad que profesamos
tan antigua y arraigada,
que en natural convertida 555
ya es propia pasión del alma,
me da ocasión a sentir
los daños que os amenazan,
si con prevención más cuerda
sus peligros no se atajan. 560
Tres años ha que troqué
pretensiones catalanas
por cargos aragoneses
llevado de la privanza
de Alfonso su rey primero 565
deste nombre, que en hazañas
que dicen que me acreditan
fiado, me estima y ama,
en estos sola la ausencia
de vuestra amistad bastara 570
a echar menos don Guillén
las memorias de mi patria,
porque sin encareceros
lo que os quiero con palabras,
el volver a Cataluña 575
solo ha sido a vuestra causa,
preguntábales por vos
a los que a Aragón llegaban,
que para satisfacerme
no bastaron vuestras cartas; 580
supe que el conde don Hugo
de Barcelona intentaba
desheredar a su hermano
don Ramón, que como faltan
hijos al Conde, pretende 585
que suceda el rey de Francia,
aunque sin tanto derecho
en Rosellón y Cerdaña
es el Conde deudo suyo,
tanto que en París le llaman 590
los príncipes de la sangre
decendiente de su casa
y aborrece a don Ramón
por las estrellas contrarias
que entre sangre tan propincua 595
ponen odiosa distancia,
a cuya causa don Hugo
aún la renta limitada
que un menor hermano cobra
le daba con mano escasa; 600
sintiose don Ramón
desto y de ver que con el Papa
negocia heredar al rey
de quien dicen que se ampara,
y así una vez impaciente 605
después de muchas palabras
que reducir quiso en obras
echando mano a la espada
su cólera antepusiera
a la lealtad soberana 610
que un vasallo a su señor
debe, si no le estorbaran
los que en medio se pusieron,
y huyendo a aquestas montañas
su aspereza y vuestra ayuda 615
su vida no aseguraran,
vos que en vida de su padre
le amastes con fuerza tanta,
que niños los dos a un tiempo
os dio leche una misma ama, 620
con la edad creciendo amor
a pesar de las desgracias,
que amistades examinan
y firmezas aquilatan,
a costa de vuestro estado 625
el suyo con mano hidalga
sustentastes siempre en pie,
sin que la escaseza estraña
del Conde bastante fuese
a deslucir de su casa, 630
la ostentación majestuosa
que heredó de su prosapia
empobrecistes con esto
y en tres años que ha que falta
de la vuestra mi presencia, 635
o vendidas o empeñadas
tenéis más de veinte villas,
quedándoos solo entre tantas
por memoria de quien sois
el castillo de Moncada, 640
escondeisle demás de esto,
si dice verdad la fama,
en la aspereza de Ampurias,
y juntando gente y armas
de navarros y gascones 645
contra la lealtad jurada
al Conde vuestro señor
que furioso os amenaza.
Intentáis hacerle guerra,
esto dice desbocada 650
la plebe y basta decirse
si al honor palabras manchan,
entre tanto don Guillén
que no pase de las rayas
de la lealtad don Ramón 655
digna es de altares y estatuas
la amistad que os eterniza,
pero agora que las pasa
advertid que solo llega
el amigo hasta las aras 660
en fe de serlo yo vuestro,
si a persuasiones del alma
dais crédito merecido,
temed la potencia airada
de un príncipe poderoso, 665
que con rayos de venganza
como está en lugar supremo
a cuantos pretende alcanza
y estimad a quien por veros
multiplicando jornadas, 670
antes que entre en Barcelona
donde su Conde me aguarda,
por estos bosques os busca
y si vos queréis se encarga
de hacer que el Conde ofendido 675
por mí os reduzga a su gracia.


GUILLÉN

Don Gastón, toda la historia
que habéis dicho es como pasa,
salvo el derecho a mi honor
que en cuanto esa parte es falsa. 680
Del enojo de su hermano
don Ramón huyó a Navarra
donde don Sancho, su rey,
por ser su primo le ampara;
lo que mi amistad le debe 685
en la adversidad le paga
sin que la fe de leal
de su reputación caiga.
Por don Ramón estoy pobre,
si es pobreza la que gana 690
a precio de veinte villas
la fe con que el mundo ensalza
una amistad verdadera,
puesto que es el ave rara,
de nadie vista hasta agora 695
y de todos ponderada.
Tratante en amigos soy,
si entre muchos que me engañan
merezco hallar uno firme,
no hay riquezas en toda Asia 700
que igualen a su valor
y si mi dicha no le halla
seré mercader expuesto
a pérdidas y a ganancias.
Téngoos a vos hasta agora 705
en tal opinión y basta
ver que constante triunféis
de la ausencia y la mudanza,
puesto que no ha mucho tiempo
que en prueba más apretada 710
a quien por diamante tuve
vidrio le halló mi desgracia.
Mas yo espero de quien sois
que haciendo a todos ventajas
me cumpliréis mi deseo, 715
si el Conde admite en su gracia
la entereza de mi fe
y contra ella no me manda
olvidar a don Ramón,
que es pedir que el sol se caiga, 720
conocerá lo que estimo
la lealtad de los Moncadas,
cuya sangre generosa
púrpura ha dado a sus barras
y cuando no, mi cabeza 725
sus enojos satisfaga,
desmentirá si la corta
menoscabos de mi fama.


(Sale DON GRAO.)

  

GRAO

Dos empleos habéis hecho
don Guillén tan de importancia 730
que os han de hacer caudaloso
hasta dar asombro a España.
El primero es del amor,
que si con ditas quebradas
de desdenes o de olvido 735
a sus acreedores paga,
solo abonado con vos
en el diamante de un alma
firme siempre, en oro puro
desempeña sus libranzas, 740
ignorante de que Estela
era la elección amada
de vuestro gusto discreto
y ya quejoso que el alma
ofendiendo mi amistad 745
tenga en vos dichas guardadas
de que yo no participe
pues la amistad no las guarda.
Su hermosura pretendí
tan de veras, que ablandaran 750
mármoles mis persuasiones
y diamantes mis palabras,
mas ella, inmóvil a ruegos,
pirámide a la mudanza,
torre al viento y al mar roca, 755
a las mujeres restaura
la opinión que ofenden plumas
y en verde mis esperanzas
corta atajando deseos
con decir que es vuestra dama. 760
Yo, ofendido y ofensor
vuestro, culpo mi ignorancia
con vuestro injusto secreto
y echando sobre las llamas
obligaciones de amigo, 765
lo que no pudiera el agua
pudo el hidalgo respeto
que me libra y las apaga;
Estela, en fin don Guillén
rico os quiso, pobre os ama, 770
viéndoos vive, sin vos muere,
correspondelda y pagalda,
que este es el primer empleo
de que el amor debéis gracias,
pues caudales de firmezas 775
libra en mares de inconstancias.
El segundo que hoy hacéis
si no le excede le iguala,
pues muerto el conde don Hugo
en su testamento llama 780
a su hermano a la corona,
excluyendo al rey de Francia
que no hay derechos mejores
que los aprietos del alma.
Llevole Dios en tres días 785
y despachando a Navarra
postas partió a recibille.
La nobleza catalana
hoy dicen que en Barcelona
entra, donde la esperanza 790
de velle, llantos en fiestas
convierte y luto son galas,
la vida, estado y honor
os debe y con mano larga
si se la distes a usura, 795
ya os previene la ganancia,
cobrad de tales abonos,
que como son semejanza
de Dios, los príncipes nobles
imitan la tierra hidalga, 800
que al que en ella desperdicia
la hacienda que siembra y labra
le vuelve ciento por uno,
pues aunque tarde un rey paga.


GUILLÉN

Junte el conde don Ramón 805
a las barras coronadas
los castillos y leones
y las cadenas Navarras,
que si la ciega fortuna,
los ojos abre y repara 810
el valor que le ennoblece
del mundo le hará monarca,
que para pagarme a mí
lo que le he servido basta
ver cumplidos mis deseos 815
y vencidas sus desgracias.


GASTÓN

Si el Conde su hermano es muerto
en quien mi dicha estribaba
volverme a Aragón es fuerza.


GUILLÉN

El Conde os hará a mi instancia 820
las mercedes que don Hugo
os prometió y confirmadas
os pagaré yo deseos
con obras que los alcanzan
a la gracia del difunto. 825
Me dábades fe y palabra
de reducirme, yo haré
que el Conde os vuelva a su gracia.


GASTÓN

¿No le vais a recebir?


GUILLÉN

No don Gastón.

GASTÓN

¿Por qué causa? 830


GUILLÉN

No luego que el deudor cobra
es bien que el mercader vaya
a ajustar libros y cuentas,
que es codicia demasiada
y pensará que le doy 835
con las fincas en la cara.


GASTÓN

Irle a dar el parabién
es obligación hidalga.


GUILLÉN

Parabienes de acreedores
llamaba un deudor lanzadas, 840
no ignorará mi contento
el Conde, pues cuando estaba
perseguido, en su favor
aventuré hacienda y fama.
Si se acuerda que me debe 845
y de pagar tiene gana
llámeme, que el buen deudor
le lleva el dinero a casa,
y si no, no quiero aguar
con mi vista dichas tantas, 850
que los martes y las deudas
dicen que son acïagas,
desde Moncada le di
socorro y desde Moncada
he de probarlo que tengo 855
en él, vamos.


GUILLÉN

Tema estraña.

GRAO

Si él os paga como Estela
no os quejaréis....


GUILLÉN

Aunque paga
dicen que es esa moneda
mucha liga y poca plata. 860


GRAO

Agraviaisla sin razón.


GUILLÉN

Si vos salís a abonarla
bien podréis pagar por ella
en doblones de a dos caras.


GRAO

¿Qué decís?, que no os entiendo. 865


GUILLÉN

Que en vos creí que guardaba
tesoro todo sencillo
siendo moneda doblada.


GRAO

Declaraos o vive Dios....


GUILLÉN

Grao estas enigmas bastan 870
para un mediano discurso,
o entendeldas o estudialdas.
  
(Vanse DON GUILLÉN y DON GASTÓN.)

GRAO

¿Que la entienda o estudie?,
vive Dios si imaginara
que habla don Guillén de veras, 875
¿válgame el cielo si estaba
aquí cuando a Estela vi?
No hay duda, yo voy a hablarla
o celos que malos tercios
sabéis hacer al que os trata. 880

(Vase.)
  
(Por una puerta sale el CONDE DE BARCELONA
de camino con acompañamiento;
por otra, DON GUILLÉN y DON GRAO;
venga DON GUILLÉN a besar la mano al CONDE.)
  

GUILLÉN

Moncada gran señor está corrida
y yo con ella, porque en su aspereza
no se halla como es justo apercebida
para el favor que hoy goza en vuestra Alteza.

(Hinca la rodilla DON GUILLÉN.)


CONDE

Conde de Ampurias si del ser y vida 885
os soy deudor, alzaos.


GUILLÉN

¿Tan presto empieza
a ensalzar mi humildad vuestra corona?


CONDE

Dadme los brazos duque de Girona.


GUILLÉN

¿Duque señor?, merced más limitada.


CONDE

Marqués de Castellón alzad del suelo. 890


GUILLÉN

No permitáis.


CONDE

Vizconde de Moncada
dadme los brazos pues.


GUILLÉN

¿Qué es esto cielo?


CONDE

Cuantas veces hallaré arrodillada
vuestra persona, encumbraré su vuelo
dándoos títulos nuevos con que honraros, 895
si más queréis volved arrodillaros.

GUILLÉN

Dadme la mano pues que tanto peso,
su favor generoso es bien que os pida.


CONDE

Ella os tendrá seguro.


GUILLÉN

Y yo os la beso.


CONDE

Digo pues que si os debo el ser y vida, 900
y por vuestra lealtad Duque confieso
mi suerte ya feliz, si perseguida
por el Conde mi hermano que Dios tenga
deuda es debida que a Moncada venga,
aquí estuve seguro y aquí intento 905
primero don Guillén que en Barcelona
señales dar de mi agradecimiento
por estimarle en más que mi corona,
con pródigo valor, de un avariento
librándome, mi casa y mi persona 910
vendiendo vuestro estado sustentastes,
cobrad réditos, pues si a censo echastes
y prevenid vuestra partida luego
a nuestra corte, que sin vos en ella
no seré Conde, ni tendré sosiego. 915


GUILLÉN

Hable el silencio que mis labios sellan.


CONDE

Disponeros podréis mientras que llego
a las arenas de su playa bella,
que en fe de que mi amor os corresponde
gozando el nombre yo, vos seréis Conde. 920
  
(Vanse.)

FIN DE LA PRIMERA JORNADA