Odas, epístolas y tragedias
El Oarystis​
 de Marcelino Menéndez y Pelayo


Idilio de Teócrito, traducido del griego

LA DONCELLA Robó un pastor a la prudente Elena.
DAFNIS Yo gocé de otra Elena el dulce beso.
DONCELLA No te jactes, pastor, el beso es vano.
DAFNIS En vanos besos hay dulce deleite.
DONCELLA Tu beso borraré, lavo mi boca.
DAFNIS ¿Tu boca lavas? Besaré de nuevo.
DAFNIS No te envanezcas; que cual sueño leve
       Pasa la flor de juventud lozana.
DONCELLA También se estiman las pasadas uvas;
         Aún es fragante la marchita rosa.
DAFNIS Ven a la sombra, mis palabras oye.
DONCELLA Son engañosas tus palabras dulces.
DAFNIS Ven a los olmos, tañeré mi flauta.
DONCELLA No me deleitan, como a ti, sus sones.
DAFNIS Virgen, las iras de Afrodita teme.
DONCELLA Si ella me prende, auxiliárame Diana.
         Detén la mano, o morderé tus labios.
DAFNIS Nadie de Amor a libertarse alcanza.
DONCELLA Juro por Pan que burlaré sus flechas.
         ¿Pero aún insistes en ponerme el yugo?
DAFNIS Temo que Amor a otro varón te entregue.
DONCELLA Mil me anhelaron, pero a nadie quise.
DAFNIS Yo sólo vengo a conquistar tus dones.
DONCELLA Grande dolor encerrarán las bodas.
DAFNIS Ningún dolor, mas juegos y alegría.
DONCELLA Siempre al marido temblará la esposa.
DAFNIS Es de la casa y del marido reina.
DONCELLA Del parto temo los dolores graves.
DAFNIS ¿Pues no te ampara la genial Lucina?
DONCELLA ¿Y tras el parto la hermosura queda?
DAFNIS Ella de nuevo nacerá en tus hijos.
DONCELLA ¿Qué me darás en opulenta dote?
DAFNIS Bosques, ganados, abundosos pastos.
DONCELLA No abandonarme, por los dioses jura.
DAFNIS Por Pan lo juro, seguirete aunque huyas.
DONCELLA ¿Tálamo harás en la paterna casa?
DAFNIS Y establos llenos de balantes greyes.
DONCELLA Mas ¿qué decir a mi amoroso padre?
DAFNIS Mi nombre dile, gustará del yerno.
DONCELLA Dime tu nombre, agradarame acaso.
DAFNIS Dafnis, de Lycas y de Nomis hijo.
DONCELLA Soy bien nacida como tú, boyero.
DAFNIS Menos ilustre, de Menalcas hija.
DONCELLA Muéstrame el bosque y los establos pingües.
DAFNIS Ven do floridos los cipreses se alzan.
DONCELLA Paced, cabrillas, miraré sus campos.
DAFNIS Toros, paced, mientras mis campos mira.
DONCELLA Sátiro, para la atrevida mano.
DAFNIS Quiero coger las ya maduras pomas.
DONCELLA Tiemblo... ¡por Pan!... Perezco... desdichada...
DAFNIS Di, ¿por qué tiemblas, de mis ojos lumbre?
DONCELLA La tierra mancha mi ligera veste.
DAFNIS Blando vellón sobre la tierra pongo.
DONCELLA ¿Por qué desatas la virgínea zona?
DAFNIS En sacrificio a la de Chipre Reina.
DONCELLA Oigo rumor... Se acercarán al bosque.
DAFNIS Son los cipreses, que tus bodas cantan.
DONCELLA ¿Cómo mi velo desgarraste, aleve?
DAFNIS Otro más rico te daré mañana.
DONCELLA No cumplirás lo que prometes hora.
DAFNIS ¡Alma te diera y corazón y sangre!
DONCELLA Perdón, Artemis; ¡sucumbió tu ninfa!
DAFNIS A ti una vaca inmolaré, Cipriota.
DONCELLA Doncella vine... y tornaré a mi casa...
DAFNIS No ya doncella, mas esposa... y madre.
       Así dijeron con susurro leve
       Entrambos pastorcillos sus amores,
       Y abandonando su furtivo lecho,
       Tornó a sus cabras la gentil zagala,
       Alegre el corazón, roja la frente;
       Dafnis contento se volvió a sus toros.


Santander, 1879.