El ámbar
-«Dentro este cofre, bien encerrado,
-decía el ámbar,- vivo ignorado
»de todo el mundo.»- ¡Vana ilusión!
La suave esencia que derramaba
era la lengua que revelaba
el sitio oculto de su prisión.
También la santa beneficencia,
en su amoroso celo, discreto,
quiere ocultarnos su excelsitud
mas su perfume vende el secreto,
y nos dan cuenta de su presencia
las buenas obras de su virtud.