El águila y la mariposa

Nuevas fábulas
El águila y la mariposa

de Felipe Jacinto Sala



-«¿Qué vale, mariposa, que así ostentes
»dobles alas, -el águila decía,-
»si apenas puedes remontar el vuelo
»al nivel del tomillo que acaricias?
»Dos tengo yo, y elévome con ellas
»a las altas esferas infinitas,
»y al mirarme vecina de los cielos
»clavo en el sol mi perspicaz pupila.
»Todo es grandeza en mí.»-
-«Pudiera serlo
»-respondió la gentil mariposilla.-
»Diminuta nací, débil y humilde,
»mas, gracias a mi esfuerzo y mis fatigas,
»me pude fabricar las tenues alas
»que a la pradera y al jardín me guían,
»y allí me nutro del sabroso néctar
»que la aurora en las flores deposita.
»Tú, nacida en la cresta de los Alpes;
»tú, que te ciernes sobre abruptas cimas;
»desciendes de las nubes hasta el suelo
»para cazar la oscura sabandija.
»¿Quién de las dos más noble: la que busca
»rocío celestial que la sublima,
»o aquella majestad que en festín torpe
»su esplendor mancha y su grandeza olvida?»-





¡Bellos conceptos del alado insecto,
qué bien sentáis a ciertas jerarquías!