Dos rosas y dos rosales: 28

Dos rosas y dos rosales
de José Zorrilla
Las almas enamoradas. Capítulo I: VII.

VII. editar

Su despedida selló
Un ósculo: Rosa entró
De Don Gil al aposento:
Carlos, el suyo con tiento
Cerrando, al patio bajó.

Y mientras él ensillaba
Su caballo con esmero,
Del cuarto en que se hospedaba,
Al de Carlos medianero,
Pálido Juan se asomaba.

Carlos y Rosa olvidaron
Cuando al de Carlos entraron
Que el tabique no subía
Hasta el techo; y cuanto hablaron
Don Juan desde suyo oía.

Partió Carlos del castillo:
Y de él cuando iba saliendo
Don Juan desde un ventanillo
Le veía ir amarillo
De envidia, entre sí diciendo:
“Te he escuchado, y no me pesa,
“¿Compañía Portuguesa
“De las Indias Orientales?
“Vete: cuanto me interesa
“Me dejas en datos tales.
“Ve a la India: date priesa.
“Tres años tienes cabales
“Para cumplir tu promesa.
“Primo Don Carlos Rosales,
“Ya estás metido en tu empresa:
“Pero ve por donde sales.”