Dos amarguras de distinta fuente
Dos amarguras de distinta fuente
Olas, viento y espumas,
cielo y agua;
el sol, tras de las brumas,
muere en su roja y gigantesca fragua.
Una nívea gaviota
que se aleja
en el aire la nota
de un grito agudo y penetrante deja.
Yo solo, en la baranda
del navío
que cruje y tiembla y anda
penosamente sobre el mar, sonrío
y pienso en ti, y en mis pestañas brilla,
pura y sola,
una lágrima, rueda en mi mejilla…
Y cae en las arrugas de una ola.
Y allá van… ola y llanto
juntamente:
¡Dos símbolos eternos de quebranto!
¡Dos amarguras de distinta fuente!