Dorisa en traje magnífico
¡Qué lazos de oro desordena el viento, entre garzotas altas y volantes! ¡Qué riqueza oriental y qué cambiantes de luz que envidia el sacro firmamento! ¡Qué pecho hermoso do el Amor su asiento puso, y de allí fulmina a los amantes, absortos al mirar sus elegantes formas, su delicioso movimiento! ¡Qué vestidura arrastra, de preciado múrice tinta y recamada en torno de perlas que produjo el centro frío! ¡Qué extremo de beldad, al mundo dado para que fuese de él gloria y adorno! ¡Qué heroico y noble pensamiento el mío!
Esta obra se encuentra en dominio público. Esto es aplicable en todo el mundo debido a que su autor falleció hace más de 100 años. La traducción de la obra puede no estar en dominio público. (Más información...)