Don Juan Tenorio (1844)/7
ACTO TERCERO: MISERICORDIA DE DIOS, Y APOTEOSIS DEL AMOR
Sombras, estatuas, espectros, ángeles. Panteón de la familia Tenorio. —Como estaba en el acto primero de la Segunda Parte, menos las estatuas de Doña Inés y de Don Gonzalo, que no están en su lugar.
ESCENA PRIMERA
DON JUAN, embozado y distraído, entra en la escena lentamente
JUAN. | Culpa mía no fué; delirio insano |
(Llama al sepulcro del Comendador. —Este sepulcro se cambia en una mesa que parodia horriblemente la mesa en que cenaron en el acto anterior Don Juan, Centellas y Avellanada. —En vez de las guirnaldas que cogían en pabellones sus manteles, de sus flores y lujoso servicio, culebras, huesos y fuego, etcétera. (A gusto del pintor.) Encima de esta mesa aparece un plato de ceniza, una copa de fuego y un reloj de arena. —Al cambiarse este sepulcro, todos los demás se abren y dejan paso a las osamentas de las personas que se suponen enterradas en ellos, envueltas en sus sudarios. Sombras, espectros y espíritus pueblan el fondo de la escena. —La tumba de Doña Inés permanece).
ESCENA II
DON JUAN, la estatua de DON GONZALO, las sombras
ESTATUA. | Aquí me tienes, don Juan, |
JUAN. | ¡Jesús! |
ESTATUA. | ¿Y de qué te alteras, |
JUAN. | ¡Ay de mí! |
ESTATUA. | Qué, ¿el corazón |
JUAN. | No lo sé; |
ESTATUA. | Eso es, don Juan, que se va |
JUAN. | ¡Qué dices! |
ESTATUA. | Lo que hace poco |
JUAN. | ¿Y qué es lo que ahí me das? |
ESTATUA. | Aquí fuego, allí ceniza. |
JUAN. | El cabello se me eriza. |
ESTATUA. | Te doy lo que tú serás. |
JUAN. | ¡Fuego y ceniza he de ser! |
ESTATUA. | Cual los que ves en redor |
JUAN. | Ceniza, bien; ¡pero fuego! |
ESTATUA. | El de la ira omnipotente, |
JUAN. | ¿Conque hay otra vida más |
ESTATUA. | Es la medida |
JUAN. | ¡Expira ya! |
ESTATUA. | Sí; en cada grano se va |
JUAN. | ¿Y esos me quedan no más? |
ESTATUA. | Sí. |
JUAN. | ¡Injusto Dios! Tu poder |
ESTATUA. | Don Juan, |
JUAN. | ¡Imposible! ¡En un momento |
ESTATUA. | Aprovéchale con tiento, |
JUAN. | ¿Conque por mí doblan? |
ESTATUA. | Sí. |
JUAN. | ¿Y esos cantos funerales? |
ESTATUA. | Los salmos penitenciales, |
JUAN. | ¿Y aquel entierro que pasa? |
ESTATUA. | Es el tuyo. |
JUAN. | ¡Muerto yo! |
ESTATUA. | El capitán te mató |
JUAN. | Tarde la luz de la fe |
ESTATUA. | Que mueras |
JUAN. | ¿Muéstrasme ahora amistad? |
ESTATUA. | Sí: que injusto fui contigo, |
JUAN. | Toma, pues. |
ESTATUA. | Ahora, don Juan, |
JUAN. | ¡Aparta, piedra fingida! |
ESTATUA. | Ya es tarde. |
(Don Juan se hinca de rodillas, tendiendo al cielo la mano que le deja libre la estatua. Las sombras, esqueletos, etc., van a abalanzarse sobre él, en cuyo momento se abre la tumba de Doña Inés y aparece ésta. Doña Inés toma la mano que Don Juan tiende al cielo).
ESCENA III
DON JUAN, la estatua de DON GONZALO DOÑA INÉS, las sombras, etc.
INÉS. | ¡No! Heme ya aquí, |
JUAN. | ¡Dios clemente! ¡Doña Inés! |
INÉS. | Fantasmas, desvaneceos: |
JUAN. | ¡Inés de mi corazón! |
INÉS. | Yo mi alma he dado por ti, |
(Las flores se abren y dan paso a varios angelitos que rodean a Doña Inés y a Don Juan, derramando sobre ellos flores y perfumes, y al son de una música dulce y lejana, se ilumina el teatro con luz de aurora. Doña Inés cae sobre un lecho de flores, que quedará a la vista en lugar de su tumba, que desaparece).
ESCENA ÚLTIMA
DOÑA INÉS, DON JUAN, los Ángeles
JUAN. | ¡Clemente Dios, gloria a Ti! |