Don Álvaro o La fuerza del sino: 49
Escena décima
Pág. 49 de 50
|
Don Álvaro o La fuerza del sino - Quinta jornada |
---|
Los MISMOS y DOÑA LEONOR, vestida con un saco, y esparcidos los cabellos,
pálida y desfigurada, aparece a la puerta de la gruta, y se oye repicar a lo lejos las campanas del convento
DOÑA LEONOR | Huid, temerario; temed la ira del cielo. |
DON ÁLVARO | (Retrocediendo horrorizado por la montaña abajo.) ¡Una mujer!... ¡Cielos!... ¡Qué acento!... ¡Es un espectro!... |
DON ALFONSO | (Como queriéndose incorporar.) ¡Leonor!... ¿Qué escucho? ¡Mi hermana! |
DOÑA LEONOR | (Corriendo detrás de don Álvaro.) ¡Dios mío! ¿Es don Álvaro?... Conozco su voz... Él es... ¡Don Álvaro! |
DON ALFONSO | ¡O furia! Ella es... ¡Estaba aquí con su seductor!... ¡Hipócritas!... ¡Leonor!!! |
DOÑA LEONOR | ¡Cielos!... ¡Otra voz conocida!... ¿Mas qué veo?... (Se precipita hacia donde ve a DON ALFONSO.) |
DON ALFONSO | ¡Ves al último de tu infeliz familia! |
DOÑA LEONOR | (Precipitándose en los brazos de su hermano.) ¡Hermano mío!... ¡Alfonso! |
DON ALFONSO | (Hace un esfuerzo, saca un puñal, y hiere de muerte a Leonor.) Toma, causa de tantos desastres, recibe el premio de tu deshonra... |
DON ÁLVARO | ¡Desdichado!... ¿Qué hiciste?... ¡Leonor! ¿Eras tú?... ¿Tan cerca de mí estabas?... ¡Ay! |