Don Álvaro o La fuerza del sino: 42
Escena tercera
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Don Álvaro o La fuerza del sino - Quinta jornada |
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EL H. MELITÓN y DON ALFONSO vestido de monje, que sale embozado
D. ALFONSO | (Con muy mal modo, y sin desembozarse). De esperar me he puesto cano. |
H. MELITÓN | Tonto es este caballero. (Aparte.) Pues que abrí la puerta es llano. (Alto.) |
D. ALFONSO | ¿El Padre Rafael está? Tengo que verme con él. |
H. MELITÓN | ¡Otro Padre Rafael! (Aparte.) Amostazándome va. |
D. ALFONSO | Responda pronto. |
H. MELITÓN | (Con miedo.) Al momento. Padres Rafaeles... hay dos. |
D. ALFONSO | Para mí mas que haya ciento. El Padre Rafael... (Muy enfadado.) |
H. MELITÓN | ¿El gordo? ¿El natural de Porcuna? |
D. ALFONSO | El del infierno. |
H. MELITÓN | Pues ahora caigo en quién es: el alto, adusto, moreno, |
D. ALFONSO | Llevadme a su celda, pues. |
H. MELITÓN | Daréle aviso primero, porque si está en oración, |
D. ALFONSO | Un caballero. |
H. MELITÓN | (Yéndose hacia la escalera muy lentamente, dice aparte.) ¡Caramba!... ¡Qué raro gesto! |
D. ALFONSO | (Muy irritado.) ¿Qué aguarda? Subamos presto. |
(El Hermano se asusta y sube la escalera, y detrás de él DON ALFONSO.) |