Don Álvaro o La fuerza del sino: 21
Escena primera
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Don Álvaro o La fuerza del sino - Tercera jornada |
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PEDRAZA | (Entra muy deprisa.) ¡Qué frío está esto! |
OFICIAL 1º | Todos se han ido en cuanto me han desplumado: no he conseguido tirar ni una buena talla. |
PEDRAZA | Pues precisamente va a venir un gran punto, y si ve esto tan desierto y frío... |
OFICIAL 1º | ¿Y quién es el pájaro? |
TODOS | ¿Quién? |
PEDRAZA | El ayudante del general, ese teniente coronel que ha llegado esta tarde con la orden de que al amanecer estemos sobre las armas. Es gran aficionado, tiene mucho rumbo, y a lo que parece es blanquito. Hemos cenado juntos en casa de la coronela, a quien ya le está echando requiebros, y el taimado de nuestro capellán lo marcó por suyo. Le convidó con que viniera a jugar, y ya lo trae hacia aquí. |
OFICIAL 1º | Pues señores, ya es este otro cantar. Ya vamos a ser todos unos... ¿Me entienden ustedes? |
TODOS | Sí, sí, muy bien pensado. |
OFICIAL 2º | Como que es de plana mayor, y será contrario de los pobres pilíes. |
OFICIAL 4º | A él, y duro. |
OFICIAL1º | Pues para jugar con él tengo baraja preparada, más obediente que un recluta, y más florida que el mes de mayo. (Saca una baraja del bolsillo.) Y aquí está. |
OFICIAL 3º | ¡Qué fino es usted, camarada! |
OFICIAL lº | No hay que jugar ases ni figuras. Y al avío, que ya suena gente en la escalera. Tiro, tres a la derecha, nueve a la izquierda. |