Doña Lambra con fantasía...

Doña Lambra con fantasía...
de Anónimo
 		    
 Doña Lambra, con fantasía,
grandes tablados armara.
Allí salió un caballero
de los de Córdoba la llana,
caballero en un caballo
y en la su mano una vara;
arremete su caballo,
al tablado la tirara,
diciendo:—Amad, señoras,
cada cual como es amada,
que más vale un caballero
de los de Córdoba la llana,
más vale que cuatro ni cinco
de los de la flor de Lara.
Doña Lambra, que lo oyera,
de ello mucho se holgara:
¡Oh, maldita sea la dama
que su cuerpo te negaba!,
que si yo casada no fuera
el mío yo te entregara.
Allí habló doña Sancha,
esta respuesta le daba:
—Calléis, Alambra, calléis,
no digáis tales palabras,
que si lo saben mis hijos
habrá grandes barragadas.
—Callad vos, que a vos os cumple,
que tenéis por qué callar,
que paristeis siete hijos
como puerca en cenagal.
Oído lo ha un caballero,
que es ayo de los infantes.
Llorado de los sus ojos
con gran angustia y pesar,
se fue para los palacios
do los infantes estaban;
unos juegan a los dados,
otros las tablas jugaban,
sino fuera Gonzalillo,
que arrimado se estaba;
cuando le vio llorar
una pregunta le daba
...
comenzole a preguntar:
—¿Qué es aquesto, el ayo mío,
quién vos quisiera enojar?
Quien a vos os hizo enojo
cúmplele de se guardar.
Metiéranse en una sala,
todo se lo fue a contar.
Manda ensillar su caballo,
empiézase de armar.
Después que estuvo armado
apriesa fue a cabalgar;
sálese de los palacios
y vase para la plaza.
En llegando a los tablados
pedido había una vara;
arremetió su caballo, 
al tablado la tiraba,
diciendo:—Amad, lindas damas,
cada cual como es amada,
que más vale un caballero
de los de la flor (de) Lara,
que veinte ni treinta hombres
de los de Córdoba la llana.