Discurso del Diputado Efraín Jesús Calvo Zarco de la fracción parlamentaria del Partido Socialista de los Trabajadores PST respecto al Informe del Sismo de 1985

El C. Efraín Jesús Calvo Zarco: - Señor presidente: señoras y señores diputados. Quiero empezar con una cosa muy breve, nuestro partido tiene por normas no discutir ni con gatilleros ni con empleados de gobierno, vamos a ver la triste historia de una Comisión que se volvió la más importante de esta Cámara de Diputados. La comisión el día que se instaló, el día que tuvimos nuestra sesión luctuosa, pretendió empezar a trabajar, pretendió empezar a establecer contacto con las autoridades para incorporarse a los trabajos de rescate, salvamento y análisis y alcances de la situación, no lo pudo hacer, al día siguiente de que se instaló la comisión se pretendió ir en recorrido, no fue posible siquiera contar con vehículos para ello, tuvimos que recurrir a los vehículos que voluntariamente pusieron unos compañeros del PST.

Esta comisión el primer día que se reunió hizo un comunicado a la prensa, que nunca llegó a la prensa, ni ese día, ni el siguiente, ni nunca más llegó. Se iban a tratar de utilizar los medios de radio y de televisión para dar a conocer una serie de indicaciones y recomendaciones de esta comisión a la ciudadania y nunca jamás llegaron. Fue solamente hasta ayer, hasta ayer, una vez que pasó la primera etapa, etapa más dolorosa de toda esta trágica situación cuando la comisión se volvió de repente sumamente importante y entonces nos reunimos con el Secretario de Gobernación, con el Secretario de la Defensa y con el señor Regente de la ciudad de México.

Hoy, la magnitud de esta comisión se ha magnificado todavía más al haber ustedes incluido, señores priístas en esta comisión a muchas personas más que va a desbaratar totalmente la intención original de dicha comisión. Pero tuvo un aspecto bueno el que esta comisión no haya funcionado, nos obligó a irnos a la calle sin tanta parafernalia. Nos fuimos muchos de nosotros solos a hablar con la gente, muchos otros diputados hicieron lo mismo y empezamos a ver los problemas reales que estaban sucediendo, hablando con los ciudadanos afectados, ahí pudimos constatar el dolor, nadie nos lo platicó, lo vimos, y pudimos detectar problemas de suma gravedad.

El primer problema que detectamos, aquí todo el mundo lo hemos exaltado para solidarizarse con aquellas personas afectadas por el sismo. Aquí todo el mundo viene y se adorna con este hecho de nuestra realidad mexicana.

Pero lo que no dicen, lo que no menciona nadie, lo que muchas veces se niegan a reconocer es que esta participación estuvo totalmente limitada e impedida en muchos casos por la participación de las fuerzas de seguridad de este país.

Casos concretos: Tlaltelolco, de nuevo Tlaltelolco. Cuando empezó la gente a rescatar a los cuerpos, que fue unos cuántos minutos después del sismo, empezaron a trabajar arduamente decenas y centenas de gentes. Rescataron a 40 cuerpos con vida de ahí a las 12 del día. A las 12 del día llegó el Ejército, acordonó el área y no fue sino hasta varias horas después que de nuevo se iniciaron las labores de rescate, pero ya sin la participación solidaria de nadie. Esto mismo, este mismo hecho sucedió en muchisímos casos. En muchas partes del centro de la ciudad que yo recorrí a pie, la gente se quejaba de que no podría salir de la zona de peligro porque el Ejército no la dejaba; se quejaban de que las fuerzas de seguridad permitían a los comerciantes sacar sus mercancías, pero a ellos no les permitían sacar una sola de sus pertenencias. Y no solo eso, tampoco permitían que entrara la solidaridad que iba en camiones y había en muchas cuestiones.

También sucedió en el caso de los edificios que están ubicados por el Metro San Antonio Abad, la gente de allá comunicó a compañeros de nuestra comisión que habían tratado de incorporarse a las labores de rescate de tantas vidas y no lo habían podido lograr.

¿Por qué? Porque el ejército de nueva cuenta y las fuerzas públicas se los impidieron. Más aún personalidades de la delegación a que corresponde, nos indicaron o indicaron a los compañeros de la comisión que había mandado maquinaria para las labores de rescate y que esa maquinaria fue impedida de participar por parte de las fuerzas políticas de nueva cuenta.

Hemos detectado casos de esa naturaleza en por lo menos 5 de los puntos de crisis principal del Distrito Federal. Esto es una de las cosas que no se ha dicho, porque se puede hablar demagógicamente mucho de la participación popular y no se puede señalar que esa participación popular ha sido impedida y eso no va a borrar el hecho de que la gente en México se ha sumado a esas labores de solidaridad.

Nos hemos encontrado también con problemas sumamente serios, fundamentalmente el problema de la vivienda. El señor Regente dio ayer a conocer unos datos, que nosotros, revisándolos, pensamos que no son tan ciertos.

Dijo que hay 17 mil personas en los albergues y eso tal vez sea cierto. Pero también señalo que hay 13 mil fuera de los albergues, y ahí es donde dudamos que tenga razón. En la colonia Morelos, sólo para poner un ejemplo, por cada cuadra viven cerca de mil 500 a mil 800 personas. Toda la colonia Morelos está prácticamente destruida y la gente están en las calles. Esos no son y con mucho las 17 mil personas que viven en la calle en estos momentos.

La gente nos ha expuesto, cuando hemos ido a hacer recorrido, que no se quieren salir de esos sitios porque no tienen la seguridad, después, de dónde van ir a habitar. Y nosotros pensamos que este reclamo y esta preocupación de la gente es totalmente justo, completamente válido, simple y sencillamente porque la gente sabe por experiencia que muchos años les han hecho chanchullo, que les dicen ahorita te vas a un albergue y después a lo mejor el patrón, el dueño de la casa les va a decir: aprovechamos esta cuestión para cerrar, para construir otra cosa y ustedes que bueno que me los quité de encima.

Nosotros pensamos que este problema de la vivienda es uno de los problemas centrales que ya se avisoran como de los claves en su solución, incluso ya no solamente mediata, sino inmediata, es una de las cosas que tiene que ser debatida claramente en esta Cámara de Diputados.

Porque nosotros pensamos que la gente que salió afectada tiene todo el derecho a seguir viviendo en el lugar en el que ha vivido por décadas. Pensamos que toda esa gente afectada no tiene que perder su arraigo, no tiene que perder sus formas de vida ni sus costumbres tradicionales.

Queremos que el señor Regente aclare que quiere decir cuando afirma que estas áreas de destrucción se van a convertir en áreas verdes. Yo se lo pregunte ayer y no me lo contestó.

Nosotros creemos que eso puede ser válido solamente en algunas ocasiones, pero no donde la gente habita. Para que sea realmente posible que la gente pueda regresar a sus lugares de vivienda es indispensable que se lleven a cabo las propuestas de decretó que presentó el compañero Peñaloza.

De otra manera si no hay expropiación por utilidad pública de los terrenos va a ser imposible que la gente regrese a sus sitios de vivienda. Si no se presentan facilidades de créditos que tenemos que sacar del desconocimiento de la deuda externa, o de la mayoría de la deuda externa, va a ser imposible que podamos reconstruir esta ciudad en beneficio de los trabajadores o de la moratoria de la deuda externa va a ser imposible que podamos reconstruir esta ciudad en beneficio de los trabajadores y de los pobladores mexicanos.

Señoras y señores, ustedes podrán pasar a comisiones este decreto, pero el pueblo mexicano, el pueblo que ha sido afectado por este sismo, por este desastre, va a venir a esta Cámara de Diputados, van a venir en masa a que saquen del congelador esa iniciativa, ustedes van a tener que decir una cosa muy clara, están de acuerdo o no están de acuerdo en buscar a este y otros problemas como el fincamiento de responsabilidades, una respuesta inmediata, no se le puede mandar al congelador por mucho tiempo, este congelador lo va a descomponer la masa movilizada en reclamo de sus justos derechos y acuérdense que la masa está desesperada y tiene razón de estar desesperada, no tiene seguridad de a dónde se va a ir.[1]

Referencias editar

  1. Legislatura LIII - Año I - Período Ordinario - Fecha 19850924 - Número de Diario 23 (L53A1P1oN023F19850924.xml)Núm. Diario:23 ENCABEZADO DIARIO DE LOS DEBATES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS "LIII" LEGISLATURA Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921 AÑO I México, D. F., martes 24 de septiembre de 1985 TOMO I. NÚM.. 23 SUMARIO