Discurso de Ernesto Zedillo Ponce anunciando la identificación y detención del Subcomandante Marcos
9 de febrero de 1995.
Mensaje a la Nación.
El Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León dirigió un mensaje a la nación, desde la residencia oficial de Los Pinos, con motivo de la identificación de líderes guerrilleros del EZLN, en el que dio a conocer las acciones que emprenderá su gobierno para evitar mayores violaciones de la ley.
Enseguida se presenta el texto íntegro de dicho mensaje:
El conflicto en ese estado ha representado un riesgo constante para la tranquilidad pública, la paz y la justicia. Ha significado el deterioro agudo de las condiciones económicas y sociales de la población chiapaneca, sobre todo de la población indígena.
Miles de familias no han podido ser atendidas por los servicios de salud; miles de niños han dejado de ir a la escuela y decenas de miles de personas han sido desplazadas de sus comunidades.
Desde que era candidato a la Presidencia de la República expresé mi firme compromiso de atender en sus raíces la inconformidad. Esas raíces son la pobreza, la ausencia de oportunidades, la injusticia, la falta de democracia. Siempre he pensado que la solución a este conflicto debe darse por la vía del respeto a la ley, por los cauces políticos y a través de la conciliación.
Incluso antes de asumir la Presidencia de la República, trabajé para establecer una negociación directa con el EZLN. Desde septiembre de 1994 hice llegar a la dirigencia del EZLN, mensajes escritos y verbales reiterando mi disposición al diálogo y a la negociación. Así lo continué haciendo desde los primeros días de mi mandato.
A esa disposición se respondió con amenazas de ruptura del cese al fuego, con irrupciones armadas y violentas en varios municipios del estado de Chiapas, y con actos delictivos y de propaganda. A pesar de esos hechos, continué insistiendo en las vías pacíficas para resolver el problema.
A la reiterada procuración del diálogo y la negociación, agregué otras iniciativas. Propuse el establecimiento de una Comisión integrada por miembros del Poder Legislativo. En el seno del Congreso de la Unión se creó la Comisión de Diálogo y Conciliación, integrada por legisladores del PAN, del PRD, del PRI y del PT.
Acepté la propuesta del EZLN de reconocer a la CONAI como instancia de mediación, y designé al Secretario de Gobernación como representante del Ejecutivo Federal para entablar negociaciones. El Secretario de Gobernación logró incluso sostener un encuentro con dirigentes del EZLN bajo las condiciones y en el lugar fijados por ellos. A pesar de nuestra insistencia, no se ha aceptado un nuevo encuentro.
Todavía el pasado 5 de febrero, al conmemorar el Aniversario de la Constitución en Querétaro, hice un nuevo exhorto al EZLN para que se decidiera abierta, expresa y resueltamente por la vía política para reivindicar sus demandas. Expresé que la desconfianza no podía ser ya una excusa válida para retrasar el diálogo, puesto que mi voluntad negociadora está plenamente acreditada con hechos. Recurriendo a la CONAI, el Secretario de Gobernación continuó insistiendo esta semana en iniciar el diálogo y la negociación con el EZLN.
Hoy debo informar a la Nación que mientras el Gobierno insistía en su voluntad de diálogo y negociación, el EZLN venía preparando nuevos y mayores actos de violencia, no sólo en Chiapas, sino en otros lugares del país.
El día de ayer, la Procuraduría General de la República descubrió dos resguardos clandestinos del EZLN, en la ciudad de México y en el estado de Veracruz. En ellos se logró detener a un grupo de personas pertenecientes al propio EZLN, en posesión de un arsenal de armas de alto poder, granadas de mano, cabezas de mortero y explosivos. Las averiguaciones iniciadas indican que el EZLN estaba a punto de emprender nuevos actos de violencia.
Estos hechos y la evidencia descubierta permiten establecer que lejos de prepararse para el diálogo y la negociación, la estrategia del EZLN era ganar tiempo para pertrecharse y extenderse más a fin de realizar más actos de violencia.
La evidencia descubierta ha permitido comprobar que el origen, la composición de la dirigencia y los propósitos de su agrupación no son ni populares, ni indígenas, ni chiapanecas. Se trata de un grupo guerrillero, derivado de uno formado en 1969 en otro estado de la República y denominado Fuerzas de Liberación Nacional, partidario de la lucha armada para tomar el poder político.
A fin de proteger a la población, evitar mayores quebrantos a la ley y nuevos hechos de violencia por parte del EZLN, el gobierno debe asumir de inmediato su deber constitucional de velar por la seguridad de los mexicanos y preservar la paz social. El gobierno no puede ni debe permanecer indiferente ante violaciones a la Constitución que en este caso implican claramente una amenaza contra el pueblo de México y el orden público.
La evidencia descubierta el día de ayer ha permitido identificar a importantes miembros de la dirigencia del EZLN y configurar su presunta participación en la comisión de múltiples y graves delitos.
Consecuentemente, y atendiendo a mi responsabilidad de cumplir y hacer cumplir la Constitución de la República, dí instrucciones precisas a la Procuraduría General de la República para que fuesen integradas las averiguaciones previas y sean consignados ante la autoridad competente los presuntos responsables.
Hoy mismo se han librado órdenes de aprehensión en contra de las siguientes personas:
Rafael Sebastián Guillén Vicente (a) Marcos; Fernando Yáñez (a) Germán; Jorge Javier Elorreaga (a) Vicente; Jorge Santiago (a) Santiago; Silvia Fernández Hernández (a) Sofía o Gabriela.
De igual modo, atendiendo al riesgo que las acciones de violencia del EZLN significan para la sociedad, la PGR está procediendo a cumplir en Chiapas las órdenes de aprehensión contra los presuntos involucrados.
En uso de las facultades que me confiere la Fracción VI del Artículo 89 Constitucional, he dispuesto que elementos del Ejército Mexicano coadyuven con la Procuraduría General de la República en el cumplimiento de las órdenes de aprehensión, y que efectúen patrullajes en distintos puntos del estado de Chiapas para prevenir actos de violencia.
Esta decisión de ninguna manera significa que el gobierno prefiera optar por la violencia para resolver el conflicto en Chiapas, ni que renuncie a su responsabilidad de atender las legítimas causas de inconformidad social en ese estado.
En cuanto se termine de recabar la información pertinente, convocaré al H. Congreso de la Unión a un periodo extraordinario de sesiones. En dicho periodo informaré con todo detalle de los hechos y solicitaré que el Legislativo coadyuve a determinar las mejores vías para restituir el Estado de Derecho, atender los rezagos sociales y avanzar hacia un nuevo orden político en Chiapas para la paz, la justicia y la democracia.
Una preocupación fundamental será responder con prontitud y eficacia a las demandas de las comunidades indígenas. Ratifico mi compromiso de que, conjuntamente con las propias comunidades y sus organizaciones, emprenderemos un esfuerzo especial y sostenido para atender las condiciones de salud, nutrición, vivienda, así como las reivindicaciones agrarias, los derechos humanos y la procuración de justicia en Chiapas.
También solicitaré al H. Congreso de la Unión que examine y, en su caso apruebe, la expedición de una Ley de Amnistía a la que podrán acogerse los miembros del EZLN que depongan las armas y se comprometan a canalizar sus demandas a través de los cauces pacíficos de participación política que ofrece la ley.
Las vías de la participación libre, crítica, plural e intensa, están abiertas y permanecerán abiertas. La única condición que nos obliga a todos por igual es la observancia de la ley. A nadie que quiera participar en la construcción de un México más justo, se le han cerrado ni se le cerrarán los caminos.
Hoy convoco a todos los partidos políticos, a las organizaciones sociales, especialmente de campesinos e indígenas chiapanecos, a que con serenidad contribuyan a restablecer las condiciones de tranquilidad que requiere el desarrollo de ese estado de la Federación.
El Gobierno de la República está resuelto a que las acciones realizadas el día de hoy, sean un paso decisivo para una paz justa y definitiva en Chiapas. Avanzaremos a una solución que respete la dignidad y la seguridad de toda la población.
Es nuestra responsabilidad compartida que en Chiapas existan nuevas condiciones para atender con rapidez y eficiencia las legítimas causas de inconformidad, trabajar unidos por un desarrollo con justicia y democracia, y construir una vida digna para todos.
Como lo he hecho desde que asumí la Presidencia de la República, mi gobierno informará oportunamente y con la verdad sobre la evolución de los acontecimientos y sobre toda decisión de importancia que deba ser tomada.