Discurso de Cristina Fernández en el acto de promulgación de la Ley Antitabaco


Discurso de la Presidenta de la Nación Argentina, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, en el acto de promulgación de la Ley Nacional Antitabaco. 13 de junio de 2011.



Muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas: realmente creo que estamos sí – como lo ha señalado el ministro de Salud – ante un hecho histórico. Yo no quiero hablarles como Presidenta, hoy, quiero hablarles como ciudadana y como ex legisladora. Como ex legisladora - me decía Daniel – que en ambas cámaras salió por unanimidad la ley, pero me imagino lo que debe haber costado en el Senado. ¿Por qué? Es muy simple tiene su explicación funcional, las provincias están representadas en el Senado, hay provincias que tienen una fuerte producción tabacalera y siempre fue más difícil en el Senado por el peso específico porque además cómo funciona el Senado, como hay digamos promociones regionales de apoyo a las tabacaleras, a los del sur con el gas, o sea es siempre un cúmulo de negociaciones absolutamente legales, constitucionales y lógicas en el juego político y fundamentalmente en una estructura de carácter netamente federal como es el Senado de la Nación, donde las provincias tratan de que no se afecten las actividades económicas. Por eso la primera cuestión, que tenemos que aclarar es que esto no va a afectar y por eso pudo sancionarse, una vez que se pudo convencer, persuadir de que realmente no había una afectación económica.

Afortunadamente, la mayor producción de tabaco en la Argentina es exportada, con lo cual no estamos atacando ninguna actividad económica, no se pierde ningún puesto de trabajo en ninguna provincia argentina, con lo cual esto es importante recalcarlo también. Tenemos la obligación de hacerlo. Eso es como legisladora, pero les quería hablar también como ciudadana, como mujer o como conversa porque yo durante muchísimos años fumé dos atados de cigarrillos por día y mi compañero llegó a fumar cuatro; ¿Vos Alicia tres? La familia venía mal, veníamos mal. La primera que dejó de fumar fue Alicia, en el año 1987, cuando asumimos en la municipalidad de Río Gallegos. Yo dejé de fumar un 31 de diciembre de 1988, a las doce de la noche. Sí esto fue porque un día charlando con Julio De Vido me cuenta que él había dejado de fumar un 31 de diciembre, en la noche. Yo me puse que tenía que dejar de fumar ese 31 de diciembre, fumé ese mismo día, inclusive el 31 de diciembre, uno detrás del otro y apagué mi último cigarrillo ese 31 de diciembre de 1988 y nunca más volví a fumar.

Les cuento que esto fue unos meses antes de mi primera candidatura como legisladora, que era el 14 de mayo de 1989, con lo cual todos hacían apuestas y decían: "esta no aguanta", porque se imaginan, previo a una campaña electoral, con reuniones políticas, que un cigarrillo detrás de otro, esta no aguanta. Y aguanté, siempre que me he propuesto un objetivo nunca me he desviado. Aguanté y acá estamos y cuatro años más tarde dejó de fumar él, que además fumaba de una manera que no tragaba el humo, lo expelía todo, entonces vivía envuelto en una nube de humo, con los dedos amarillos porque cuatro atados de cigarrillos, los dedos amarillos, el olor en la ropa, era terrible.

Pero quiero decir algo de lo que también significó, no sé si habrá tenido algo que ver, pero recién escuchaba a Manzur decir que afecta a los hábitos reproductivos también, a la reproducción en las mujeres. Yo perdí un bebé, en el año 84; debo decir que durante el embarazo de Máximo, mi hijo, jamás toqué un cigarrillo, nunca, jamás, en ese sentido tuve una disciplina prusiana, desde que supe que estaba embarazada, nunca más toqué un cigarrillo, hasta que nació. Y Máximo se acuerda, además, con mucha vergüenza que me da, porque yo lo mandaba a comprar, cuando era más chico, los atados de cigarrillos al kiosco. Si debo confesarlo, pero referido a esto yo perdí un bebé, en un avanzado estado de gravidez: seis meses, no era como ahora que la neonatología te salva a los chicos, en aquel momento no estaba tan adelantada la ciencia y perdí un varón, en el año 84'.

Y la verdad que intenté, durante cinco años y más también, quedar embarazada y no quedaba embarazada. Dejé de fumar – les decía – el 31 de diciembre de 1988 y en el año 1989, aproximadamente en noviembre quedé embarazada de quien hoy es mi hija Florencia. No sé si habrá tenido que ver - Manzur – pero bueno está en la estadística de probabilidades, digámoslo, lo cierto es eso.

Así que realmente estamos muy contentos, porque además les debo decir algo, con la furia de las conversas, porque las conversas cuando dejan se ponen terribles, me molesta que fumen, estoy tratando de persuadir a dos personas que amo, a las dos personas que más amo en el mundo para que dejen de fumar, con poca autoridad moral porque me dicen: "vos a nuestra edad fumabas". Pero bueno, estoy absolutamente convencida de que voy a lograrlo eso también, en algún momento, pero realmente creo que hay un respeto en esta norma, no solamente es una cuestión de cuidado de la salud, Daniel o Juan. Estamos ante el respeto al otro, de no hacerlo fumar si no quiere; es también una norma – yo digo – de respeto a los demás, de respeto al prójimo porque es cierto cualquiera puede fumar, bueno puede fumar en su casa, puede fumar en la calle, pero no hay derecho a que en un ambiente cerrado, donde otros no lo hacen y lo sufren tengan que estar soportando eso. Así que yo también la veo no solamente como una cuestión de salud, que por supuesto es la más importante, sin lugar a dudas, sino también de respeto al otro.

Y yo creo que en la multiplicidad de organizaciones sociales, de las ONGs creo que también hay un objetivo que tiene que ver no solamente con la salud, sino también con eso del respeto al otro, porque es característico de aquellos que se agrupan para lograr un objetivo que quieran y que se les respete su voluntad y que se le respete su decisión, es respetar la decisión del otro y no involucrarlo en la decisión propia, que puede ser nociva para uno mismo.

Así que realmente quiero felicitar a todos y a todas los que han tenido participación en este feliz final de esta Ley, que nos coloca un pasito más hacia adelante en un país más saludable, en un país mejor.

Enhorabuena y felicitaciones a todos y muchas gracias.