Discurso: 7 de enero de 2006


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Buenos Días. Al comenzar el 2006 estamos escuchando más buenas noticias sobre la economía estadounidense. Esta semana aprendimos que nuestra economía añadió 108,000 nuevos empleos en Diciembre y más de 400,000 empleos en los últimos dos meses. Nuestra tasa de desempleo está en 4.9 por ciento, más baja que la tasa promedia de los años 1970, 1980 y 1990. Nuestra economía creció a más del 4 por ciento en el tercer trimestre de 2005 - y ha estado creciendo a casi esa tasa durante dos años. La productividad está elevada - los consumidores sienten confianza. y más estadounidenses son dueños de sus propias casas que en cualquier momento de la historia de nuestra Nación.

Para mantener fuerte a nuestra economía y asegurar el Sueño Americano para generaciones futuras, los líderes en Washington necesitan tomar decisiones sensatas. Y una de las mejores decisiones que hemos tomado desde que yo asumí la presidencia fue la de reducir sus impuestos, para que usted pudiera quedarse con más de su dinero tan duramente ganado para ahorrar y gastar como mejor le pareciera. Bajamos las tasas de los impuestos para que los trabajadores guardaran una mayor porción de sus cheques de pago. duplicamos el crédito por hijos menores. redujimos la penalidad por matrimonios. También disminuimos los impuestos por dividendos y ganancias de capital, y creamos nuevos incentivos para que los pequeños negocios invirtieran en nuevos equipos para poder expandir y crear nuevos empleos.

Algunas personas en Washington dijeron que estos cortes en los impuestos harían daño a la economía. El día que la Cámara de Representantes votó por el alivio tributario en Mayo del 2003, un líder demócrata lo declaró "un plan imprudente e irresponsable que socavará la oportunidad en nuestro país". Desde que fueron pronunciadas esas palabras, nuestra economía ha añadido más de 4.6 mil millones de nuevos empleos para el pueblo estadounidense.

Desafortunadamente, así como estamos viendo nueva evidencia de que nuestros recortes tributarios han creado empleos y oportunidad, algunas personas en Washington dicen que necesitamos aumentar sus impuestos. Quieren que los recortes en los impuestos terminen en unos años, o hasta revocarlos ahora mismo. En cualquier caso, quieren que usted reciba un aumento muy grande en sus impuestos. Si permitimos que eso suceda, una familia de cuatro personas que gana 50,000 dólares recibiría un aumento en sus impuestos de casi el 50 por ciento. La falta de acción por el Congreso significaría un aumento en los impuestos para el pueblo estadounidense. Cuando usted escuche a gente en Washington decir que no necesitamos hacer permanente el alivio tributario, lo que realmente están diciendo es que van a aumentar sus impuestos. Para que nuestra economía siga creciendo, necesitamos asegurar que usted retenga más de lo que gana - y el Congreso necesita hacer permanente a las reducciones en los impuestos.

Nuestra economía también está fuerte porque hemos sido prudentes con los dólares de los contribuyentes. Hasta la fecha hemos cortado la tasa de crecimiento en los gastos discrecionales no destinados a la seguridad cada año que yo he sido Presidente. Trabajando con el Congreso, el año pasado dimos fin a o redujimos cerca de 90 programas gubernamentales de baja prioridad o de rendimiento pobre. disminuimos los gastos discrecionales no destinados a la seguridad. y seguimos en el buen camino para satisfacer nuestra meta de cortar el déficit federal por la mitad hasta el 2009.

El reto mayor para nuestro presupuesto son los déficit a largo plazo impulsados por gastos obligatorios, o reglamentarios. Podemos resolver este problema: No necesitamos cortar los gastos reglamentarios, pero si necesitamos detener su crecimiento. Cuando el Congreso regrese de su receso, tendrá la oportunidad de mostrar su compromiso de controlar los gastos reglamentarios. Antes de que los miembros de la Cámara y del Senado se fueran de Washington, acordaron restringir los gastos reglamentarios futuros en cerca de 40 mil millones de dólares. Ahora el Congreso necesita concluir su labor sobre este proyecto de ley tan importante. Al aprobar la primera reducción en el crecimiento de gastos reglamentarios en casi una década, el Congreso enviará una señal clara de que los representantes del pueblo pueden ser buenos administradores del dinero del pueblo.

A medida que nos esforzamos para mantener bajos nuestros impuestos y limitar los gastos federales, tenemos otros desafíos que enfrentar. Una economía creciente requiere fuentes de energía seguras y económicas. comercio libre y equitativo. reforma legal y reforma reglamentaria. y un sistema de cuidados de la salud donde los trabajadores puedan encontrar cuidado económico. Y debemos asegurar que todos los estadounidenses reciban una buena educación de modo que tengan las habilidades que necesitarán para los empleos del siglo 21.

En los próximos meses trabajaremos sobre todos estos temas. Tomando decisiones que recompensen al trabajo duro y a la empresa, mantendremos a la economía estadounidenses próspera y fuerte - y garantizaremos la oportunidad para las generaciones venideras.

Gracias por escuchar.


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