Discurso: 5 de octubre de 2002


<Discursos del Presidente George W. Bush


Buenos días.

Esta semana, líderes del Congreso acordaron una fuerte resolución bipartita autorizando el uso de la fuerza, de ser necesario, para desarmar a Saddam Hussein y defender la paz. Ahora, tanto la Cámara de Representantes como el Senado tendrán un debate importante y una votación histórica. El Presidente de la Cámara Hasterte, y los líderes Gephardt y Lott del Senado llevaron a cabo un esfuerzo tremendo al obtener apoyo para este asunto tan importante.

El peligro para América del régimen Iraquí es grave y cada vez mayor.

El régimen es culpable de haber iniciado dos guerras, y tiene un historial nefasto de atacar sin aviso. Desafiando promesas hechas a las Naciones Unidas, Irak ha amontonado armas biológicas y químicas - y está reconstruyendo instalaciones para fabricar más de estas armas. Saddam Hussein ha usado estas armas de muerte contra iraquíes inocentes, y tenemos elementos para creer que las volverá a usar.

Irak tiene lazos antiguos con grupos terroristas, capaces y ansiosos de entregar armas de destrucción masiva. E Irak tiene como líder al dictador quizás más brutal del mundo - quien ya ha cometido genocidio con armas químicas; ha ordenado la tortura de niños; y ha establecido la violación sistemática de las esposas e hijas de sus opositores políticos.

No podemos dejar el futuro de la paz, y la seguridad de Estados Unidos, en manos de este hombre cruel y peligroso. Este dictador tiene que ser desarmado y todas las resoluciones de las Naciones Unidas contra su brutalidad y su apoyo del terrorismo tienen que hacerse cumplir.

Estados Unidos no desea un conflicto bélico puesto que conoce la terrible naturaleza de la guerra. Nuestro país valoriza la vida, y nunca perseguiremos la guerra a menos de que sea esencial para la seguridad y la justicia.

Esperamos que Irak cumpla con lo que le pide el mundo. Sin embargo, si el régimen Iraquí persiste en su desafío, el uso de la fuerza podrá ser inevitable. Las demoras, la indecisión y la inacción no son opciones para Estados Unidos - ya que podrían conducir a un horror masivo y repentino.

De ser necesaria la fuerza para doblegar a Saddam, Estados Unidos trabajará con otras naciones para ayudar al pueblo iraquí a reconstruir y formar un gobierno justo. No tenemos pelea con la gente de Irak. A diario, ellos son las víctimas de la opresión de Saddam Hussein - y serán los primeros en beneficiarse cuando se cumplan las exigencias del mundo.

La seguridad de Estados Unidos. la seguridad de nuestros amigos. y los valores de nuestro país nos llevan a enfrentar esta creciente amenaza. Al apoyar la resolución que tienen delante de ellos, los Miembros del Congreso enviarán un mensaje claro a Saddam: su única opción es de cumplir plenamente con las demandas del mundo - y el plazo para esa opción es limitado. El apoyar esta resolución también mostrará el compromiso de Estados Unidos, y ayudará a fomentar la acción por parte de las Naciones Unidas.

Pido a los estadounidenses que llamen a sus Miembros del Congreso para estar seguros de que sus voces sean escuchadas. La decisión ante el Congreso no podría ser más trascendental. Confío en que los Miembros de ambos partidos escogerán sabiamente.

Gracias por escuchar.



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