Discurso: 5 de mayo de 2007


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Buenos Días. En este momento, valientes hombres y mujeres estadounidenses en uniforme están luchando contra nuestros enemigos en todo el mundo. Y en este tiempo de guerra, nuestros oficiales electos no tienen mayor responsabilidad que la de proporcionarle a estas tropas los fondos y la flexibilidad que necesitan para prevalecer.

El miércoles me reuní aquí en la Casa Blanca con líderes de ambos partidos del Congreso. Discutimos maneras de aprobar un proyecto de ley responsable para gastos de guerra de emergencia que financiaría completamente nuestras tropas - lo más pronto posible.

Fue una reunión positiva. Los líderes demócratas me aseguraron que están comprometidos a financiar nuestras tropas - y yo les dije que estoy comprometido a trabajar con miembros de ambos partidos precisamente para lograr eso. He nombrado a tres miembros de alto rango entre mi personal en la Casa Blanca para negociar con el Congreso sobre esta legislación de vital importancia.. Josh Bolten, mi Jefe de Gabinete, Steve Hadley, Asesor para Seguridad Nacional y Rob Portman, Director del Presupuesto. Trabajando juntos creo que podemos aprobar un buen proyecto de ley sin demoras - y dar a nuestras tropas los recursos y la flexibilidad que necesitan.

A principios de esta semana, puse mi veto al proyecto de ley que el Congreso me envió porque estipulaba una fecha fija para comenzar a retirarnos de Irak. imponía condiciones impracticables sobre nuestros comandantes militares, e incluía miles de millones de dólares en gastos que no tienen nada que ver con la guerra. Y el miércoles, la Cámara de Representantes votó para apoyar mi veto por un amplio margen.

Reconozco que muchos líderes demócratas vieron este proyecto de ley como una oportunidad para hacer una declaración sobre su oposición a la guerra. En una democracia debemos debatir nuestras diferencias abierta y honestamente. Pero ahora es tiempo de dar a nuestras tropas los recursos que esperan.

Nuestras tropas están llevando a cabo una nueva estrategia en Irak, bajo el liderazgo de un nuevo comandante, el General David Petraeus. Él es un experto en guerra de contra-insurgencia. El objetivo de la nueva estrategia que él está implementando es ayudar a que los iraquíes protejan su ciudad capital para poder progresar hacia la reconciliación - y crear una nación libre que respete los derechos de su pueblo, mantenga el imperio de la ley y luche contra extremistas al lado de Estados Unidos en la guerra contra el terror. Esta estrategia aún está en sus etapas iniciales - y el Congreso tiene que darle al plan del General Petraeus una oportunidad para que funcione.

Yo sé que los Republicanos y los Demócratas no estarán de acuerdo en todos y cada uno de los temas de esta guerra. Pero las consecuencias de un fracaso en Irak son claras. Si salimos de Irak antes de que el gobierno se pueda defender, habría un vacío de seguridad en el país. Los extremistas de todas las facciones podrían competir para llenar ese vacío - causando que las matanzas sectarias se multipliquen en una escala horrorosa.

Si los radicales y los terroristas salen de esta batalla con control de Irak, tendrían control de una nación con masivas reservas de petróleo - que podrían usar para financiar sus ambiciones peligrosas y extender su influencia. Los terroristas de al Qaeda que decapitan cautivos u ordenan explosiones suicidas no estarían satisfechos con ver a Estados Unidos derrotado y fuera de Irak. Se verían alentados por su victoria, protegidos por su nuevo santuario, ansiosos de imponer su visión odiosa en los países vecinos - y ansiosos de hacer daño a los estadounidenses.

Ningún líder responsable en Washington tiene interés en dejar que esto suceda. Le pido al Congreso que trabaje con mi Administración y rápidamente elaboren un responsable proyecto de ley para gastos de guerra. Debemos ofrecer a nuestros hombres y mujeres en uniforme los recursos y el apoyo que merecen. Yo confío que los líderes de buena volunta puedan hacer llegar este importante resultado.

Gracias por escuchar.


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