Discurso: 30 de junio de 2001

<Discursos del Presidente George W. Bush


Buenos días.

La próxima semana llegará el 4 de julio – un día lleno de orgullo para todos los Estadounidenses. Hace dos cientos veinticinco años, el Congreso Continental adoptó la Declaración de Independencia. Las palabras audaces de ese documento definieron a nuestra Nación e inspiraron al mundo.

Pero las palabras por sí solas no aseguraron la independencia Estado-unidense. En 1776, la libertad tuvo que ser defendida por soldados y marineros valientes arriesgando sus propias vidas. Y hoy en día la libertad sigue siendo defendida por hombres y mujeres valientes.

Mucho ha cambiado en los últimos dos siglos para las personas que visten el uniforme de los Estados Unidos. Nuestras fuerzas armadas se han convertido en las más poderosas sobre la tierra, y sus responsabilidades se extienden por todo el mundo. Sin embargo, el valor y el patriotismo de nuestros hombres y mujeres en las fuerzas armadas están tan seguros y tan fuertes como siempre. Y les debemos el mismo aprecio que sentimos por los soldados de Bunker Hill, Valley Forge, y Yorktown.

Les debemos salarios justos, beneficios de salud de primera clase y vivienda adecuada.

Y lo que debemos, lo pagaremos. La semana pasada anuncié una solicitud presupuestaria enmendada para el Departamento de Defensa para el año 2002: $32.6 mil millones más que en el 2001 para mejorar la capacitación, la preparación y la calidad de vida de nuestras tropas. Este es el mayor aumento para defensa desde el aumento del Presidente Reagan a mediados de los años 80. Durante demasiado tiempo, nuestra fuerza se ha estado reduciendo. Ahora estamos reconstruyendo nuevamente - y nuestra primera prioridad es el bienestar de nuestros hombres y mujeres en uniforme.

Según el Departamento de Defensa, las dos terceras partes de nuestras unidades de vivienda para familias militares están en males condiciones. Esto tiene que cambiar.

También tenemos otras prioridades de defensa también. El Secretario Rumsfeld está terminando un estudio de la misión y la estructura de nuestras fuerzas armadas. Pronto estaremos proponiendo una nueva estrategia de defensa para una nueva edad – una estrategia que reconoce el fin de la Guerra Fría, pero también reconoce que aún existen amenazas a nuestra seguridad. Estamos consultando con nuestros aliados, con Rusia, y con otros, sobre un sistema de defensa que protegerá a nuestro país, a nuestras fuerzas, y a nuestros amigos contra un ataque de misiles - y contra el chantaje nuclear.

Es hora para nuevas ideas y cambios rápidos en cuanto a nuestra defensa nacional – para prepararnos a enfrentar desafíos que cambian con igual rapidez.

Pero una cosa nunca cambiará: la calidad y la dedicación de nuestros hombres y mujeres que portan el uniforme Estadounidense. Dan lo mejor de ellos - son lo mejor que hay - y merecen lo mejor. No hay mayor honra para un Presidente que servir como Comandante en Jefe de las fuerzas armadas. Y mis prioridades presupuestarias reflejan el orgullo que siento en las personas sobresalientes que nos sirven y nos protegen a todos.

Pido al Congreso que apruebe rápidamente mi solicitud para defensa, la cual asegurará mejores salarios, mejor vivienda y mejor atención médica a nuestras fuerzas armadas.

Y le deseo a usted y a su familia un Cuatro de Julio feliz y seguro.

Gracias por escuchar.


Este documento pertenece al Gobierno de los Estados Unidos de América y se encuentra en dominio público.