Discurso: 28 de junio de 2008


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Buenos Días.

Esta semana la Oficina de Iniciativas Basadas en la Fe y Comunitarias de la Casa Blanca celebró una conferencia para destacar la labor que llevan a cabo los ejércitos de compasión de nuestra Nación, con ayuda del gobierno federal. Esta conferencia demostró la gran diferencia que estos grupos han hecho en los últimos ocho años.

Cuando yo asumí la presidencia, me inquietó ver sin satisfacer muchas de las necesidades apremiantes de nuestros ciudadanos. Demasiados adictos caminaban solos el camino difícil de la recuperación. Demasiados prisioneros tenían el deseo de reformarse pero no había quien les mostrara el camino. A lo largo de nuestro país los que padecían hambre, los que no tenían hogar y los enfermos rogaban ser liberados - y demasiados escucharon solo el silencio como respuesta.

La tragedia es que había buenos hombres y mujeres en todo Estados Unidos que tenían el deseo de ayudar - pero no los recursos. Ya que muchos de ellos trabajaban con pequeñas entidades caritativas, no eran tomados en cuenta por Washington como potenciales socios de servicio. Y porque muchos de ellos pertenecían a organizaciones basadas en la fe, frecuentemente eran excluidos de recibir apoyo del gobierno federal.

Por lo tanto decidí cambiar esto con un nuevo enfoque llamado "conservatismo compasivo". Este enfoque era compasivo porque era basado en una verdad eterna: que debemos amar a nuestros vecinos de la misma forma en que quisiéramos ser amados nosotros. Y este enfoque era conservador ya que reconocía los límites del gobierno: que las burocracias pueden poner dinero en manos de la gente, pero no pueden poner la esperanza en los corazones de la gente.

Poner la esperanza en los corazones de la gente es la misión de los grupos basados en la fe y comunitarios de nuestra Nación, por lo cual mi Administración decidió tratarlos como socios de confianza. Les impusimos normas elevadas a estos grupos y les exigimos resultados demostrables. Y ellos han cumplido con esas expectativas.

A través de su asociación con el gobierno estas organizaciones han ayudado a reducir el número de personas que crónicamente no tienen hogar en casi el 12 por ciento - haciendo que más de 20,000 estadounidenses dejen las calles. Han ayudado a juntar a cerca de 90,000 hijos de prisioneros con mentores adultos. Y han ayudado a brindar servicios como asistencia en encontrar empleo para miles de ex - prisioneros.

Los grupos basados en la fe y comunitarios también han tenido un impacto considerable en el extranjero. En África han participado en nuestra Iniciativa contra la Malaria. En un poco más de dos años este esfuerzo ha alcanzado a más de 25 millones de personas - y según nuevos datos, las tasas de malaria están disminuyendo de forma dramática en muchas partes de ese continente.

Estos grupos también han sido parte esencial del Plan de Emergencia para alivio contra el SIDA. Cuando lanzamos este programa en 2003, unas 50,000 personas en África al sur del Sahara recibían tratamiento antiretroviral contra VIH/SIDA. Hoy en día ese número se aproxima a 1.7 millones.

Detrás de cada una de estas estadísticas, hay historias de personas cuyas vidas han sido cambiadas por la gentileza de organizaciones basadas en la fe y comunitarias. Una tal persona es Ramie Siler. Alguna vez Ramie estaba perdida en el abuso de sustancias, recaída y depresión. Aun cuando trató de sanarse para la graduación de secundaria de su hija, Ramie no pudo librarse de su adicción. Luego encontró un grupo basado en la fe llamado The Next Door donde Ramie conoció a personas que la apoyaron durante su difícil recuperación. Le dieron una segunda oportunidad para convertirse en una ciudadana productiva y una buena madre. Hoy en día, Ramie está de nuevo junto a su hija. Ahora ella ayuda a otras mujeres como la administradora de casos de Next Door. Cuando Ramie describe su cambio, usa las palabras de San Pablo: "Las cosas viejas han pasado; miren, todas las cosas se convierten en nuevas".

Les agradezco a todos los estadounidenses que trabajan por crear este espíritu de esperanza. Debido a ustedes, nuestra Nación ha dado grandes pasos hacia cumplir las nobles metas que dan lugar a la Iniciativa Basada en la Fe y Comunitaria. Debido a ustedes, yo confío que el progreso que hemos logrado en los últimos ocho años continuará. Debido a ustedes, un sinnúmero de almas habrán sido tocadas y vidas habrán sido curadas.

Gracias por escuchar.


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