Discurso: 28 de julio de 2001


<Discursos del Presidente George W. Bush


Buenos días.

Esta semana nuestro país marcó el undécimo aniversario de la Ley sobre Americanos con Incapacidades. Me da mucho orgullo de que fue mi padre quien firmó esta legislación tan importante. Y todos los Estadounidenses pueden enorgullecerse de los cambios que la Ley ha traído a la vida de millones de ciudadanos con incapacidades.

Gracias a la ley, ciudadanos con incapacidades han logrado mayor acceso a lugares públicos. Tienen más opciones al escoger sus hogares, al usar transportes públicos, viajar y alojarse en hoteles. Muchos han ingresado a la comunidad de trabajo, gracias a acomodos razonables efectuados por sus empleadores.

Esto ha hecho de nuestro país una sociedad más justa - más considerada y hospitalaria hacia sus ciudadanos. A medida que las personas con incapacidades encuentran más oportunidades para emplear sus dotes y talentos, nosotros nos convertimos en una nación más fuerte y más productiva.

Sin embargo, algunas barreras persisten, y mientras sea así nuestra labor no ha terminado. En Febrero anuncié un plan que llamo la Iniciativa de Nueva Libertad para ampliar aún más las oportunidades abiertas a personas con incapacidades.

Esta iniciativa ayudará a que más ciudadanos con incapacidades entren a trabajar, mediante la mejora del transporte o facilitando el trabajo desde la casa. Instará a compañías privadas a desarrollar nuevas tecnologías de apoyo, tales como monitores de computadora para personas con la vista deteriorada, indicadores infrarrojos para personas que no pueden usar las manos para operar un teclado, y sillas de rueda más livianas para aumentar la movilidad. Y mi nueva Iniciativa ayudará a grupos comunitarios, iglesias, sinagogas, mezquitas y organizaciones cívicas a mejorar el acceso para personas con incapacidades. Muchos de estos grupos están haciendo lo más posible para cumplir con los requisitos de la Ley sobre Americanos con Incapacidades, y nosotros les ayudaremos.

Debemos luchar para asegurar que las personas con incapacidades no sean arbitrariamente aisladas o mantenidas aparte. Recientemente firmé una Orden Ejecutiva que exige a las agencias federales trabajar con autoridades estatales y locales para permitir a las personas con incapacidades salir de instituciones y pasar más bien a entornos comunitarios. También he dado instrucciones al Procurador General y al Secretario de Salud y Servicios Humanos que hagan cumplir plenamente el Título II de la Ley sobre Americanos con Incapacidades, para asegurar que nadie sea institucionalizado sin justificación.

Mi Administración también está comprometida a exigir a todas las agencias federales que aseguren que sus sitios Internet sean más accesibles para las personas con incapacidades, tanto dentro como fuera del gobierno.

Hemos logrado progresos considerables en llevar adelante la Iniciativa de Nueva Libertad. Pero algunas de estas reformas requerirán que el Congreso proporcione los recursos necesarios para plenamente implementar la Iniciativa de Nueva Libertad y cumplir con la promesa de la Ley sobre Americanos con Incapacidades.

Todos estos esfuerzos se apoyarán en el progreso que hemos logrado como una sociedad desde que la Ley sobre Americanos con Incapacidades entró en vigor. Durante los últimos 11 años, hemos abierto las puertas de la oportunidad a millones de personas con incapacidades. Y juntos, podemos asegurar que toda persona incapacitada disfrute del respeto que todo ciudadano merece.

Gracias por escuchar.


Este documento pertenece al Gobierno de los Estados Unidos de América y se encuentra en dominio público.