Discurso: 27 de septiembre de 2008
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Buenos Días.
Este es un período extraordinario para la economía de Estados Unidos. Muchos estadounidenses están inquietos sobre sus finanzas y su futuro. El miércoles hablé a la Nación y agradecí al Congreso por colaborar con mi Administración para resolver la inestabilidad en nuestro sistema financiero. El jueves recibí en la Casa Blanca a los Senadores McCain y Obama, así como líderes del Congreso de ambos partidos para discutir la urgencia de aprobar un paquete de rescate bipartito para nuestra economía.
Los problemas en nuestra economía son extremadamente complejos, pero al fondo está la incertidumbre sobre "valores respaldados por hipotecas". Muchos de estos valores financieros se relacionan a hipotecas de casas que han perdido valor durante el deterioro de la vivienda. A su vez, los bancos dueños de estos valores han restringido el crédito y los negocios y los consumidores lo han encontrado cada vez más difícil obtener préstamos en condiciones favorables. Como resultado, nuestra economía en su conjunto está en peligro. Por lo tanto he propuesto que el gobierno federal reduzca el riesgo que representan estos valores problemáticos y proporcione dinero urgentemente necesitado para ayudar a los bancos y a otras instituciones financieras a evitar el colapso y volver a prestar dinero.
Yo sé que muchos de ustedes que me escuchan esta mañana están frustrados con la situación. Hacen sacrificios todos los días para cubrir los pagos de su hipoteca y pagar sus cuentas. Cuando el gobierno le pide que paguen por los errores en Wall Street, no parece justo. Y yo comprendo eso. Y si fuera posible dejar que cada empresa irresponsable en Wall Street fracase sin afectarle a usted y a su familia, yo lo haría. Pero eso no es posible. El fracaso del sistema financiero significaría penuria económica para muchos de ustedes.
El fracaso del sistema financiero causaría que los bancos dejaran de prestarse dinero entre sí y a los negocios y consumidores. Eso haría más difícil para usted obtener un préstamo o prestar dinero para ampliar un negocio. El resultado sería menor crecimiento económico y la pérdida de más empleos estadounidenses. Y eso pondría a nuestra economía sobre el camino hacia una profunda y dolorosa recesión.
El esfuerzo de rescate que estamos negociando no está enfocado en la calle Wall - está enfocado en su calle de usted. Y hay un acuerdo difundido sobre los principios principales. Debemos liberar el flujo de crédito a consumidores y negocios reduciendo el riesgo que representan valores con dificultades. Debemos asegurar que los contribuyentes estén protegidos... que los ejecutivos fracasados no reciban una ganancia inesperada de sus dólares de impuestos... y que haya una comisión bipartita para supervisar estos esfuerzos.
Bajo la propuesta que mi Administración envió al Congreso, el gobierno gastaría hasta 700 mil millones de dólares para comprar valores en dificultades de bancos y otras instituciones financieras. Yo sé que muchos estadounidenses entienden la urgencia de esta acción, pero les preocupa que el costo sea tan elevado. Pues permítanme abordar esto de forma directa:
El costo final del plan será mucho menos que 700 mil millones de dólares y por la siguiente razón: a medida que el temor y la incertidumbre se han apoderado del mercado de valores relacionados con hipotecas, su precio ha disminuido bruscamente. Sin embargo, muchos de estos valores aún tienen un valor intrínsico importante porque la gran mayoría de las personas eventualmente liquidarán sus hipotecas. En otras palabras, muchos de los valores que el gobierno compraría probablemente subirían de precio con el pasar del tiempo. Esto significa que el gobierno podría recuperar gran parte del gasto original, sino todo.
Los miembros del Congreso de ambos partidos han contribuido propuestas constructivas que han mejorado este plan. Yo aprecio los esfuerzos de los líderes Demócratas y Republicanos de la Cámara de Representantes y del Senado para traer a estas discusiones un espíritu de cooperación bipartita. El bienestar económico de nuestra Nación es un tema que va más allá de lo partidario. Los Republicanos y los Demócratas deben abordarlo juntos. Y yo confío que muy pronto aprobaremos un proyecto de ley para proteger la seguridad financiera de todos los estadounidenses.
Gracias por escuchar.
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