Discurso: 27 de abril de 2002
<Discursos del Presidente George W. Bush
Buenos días.
Esta semana los Estadounidenses recibimos buenas noticias sobre el fuerte crecimiento de nuestra economía. Sin embargo, no podemos contentarnos o permanecer complacientes. La creación de empleos y la inversión comercial aún no son lo que deberían ser. Queremos que la recuperación a corto plazo se convierta en una expansión a largo plazo. Y una de las mejores maneras de fomentar empleos con salarios elevados as como el crecimiento a largo plazo es la expansión del comercio.
Estoy complacido que el Senado de los Estados Unidos está listo para iniciar un importante debate sobre la legislación comercial que ayudará a los trabajadores, agricultores y consumidores Estadounidenses. He viajado por el país y he visto el valor del comercio. Y líderes extranjeros me han expresado cómo el comercio reforzará la seguridad y el crecimiento económico en nuestro hemisferio.
Los beneficios de un mayor comercio son indisputables. Durante los años 1990, los exportadores Estadounidenses generaron casi la cuarta parte de nuestro crecimiento económico a través de la venta de bienes Estadounidenses en el extranjero. El comercio impulsa nuestra productividad y crea empleos con salarios más elevados. El último acuerdo comercial global y NAFTA han mejorado el nivel de vida promedio para una familia Estadounidense de cuatro personas en hasta dos mil dólares al año.
Ahora es el momento de construir sobre este record de éxito. El Senado debe aprobar la legislación comercial pendiente sin demora.
La Autoridad para Promoción Comercial (TPA por sus siglas en inglés) me daría la flexibilidad para negociar con otros países para que abran sus mercados y así poder obtener las mejores condiciones para los productores y trabajadores Estadounidenses. El Congreso aún tendría un voto final en favor o en contra de cualquier acuerdo comercial. Los anteriores cinco Presidentes tuvieron esta autoridad. Caducó hace ocho años, y desde entonces los Estados Unidos ha sacrificado su papel tradicional de liderazgo en el comercio. Durante dos décadas, la Autoridad para Promoción Comercial fue un compromiso bipartito. Fue un compromiso porque representó nuestro interés nacional en expandir mercados extranjeros. Más de 150 acuerdos comerciales existen en el mundo; la Unión Europea es parte a treinta y uno de éstos, y México a diez. Los Estados Unidos es parte sólo a tres. La aprobación del TPA dará a los empresarios, trabajadores, agricultores y ganaderos estadounidenses una buena oportunidad en los mercados del mundo.
La Ley de Preferencia Comercial Andina es un buen ejemplo de cómo el comercio también puede ayudar a aumentar la seguridad de los Estados Unidos. En los últimos diez años, esta ley ha dado a los cuatro países Andinos más acceso a nuestros mercados, lo cual según ellos ha servido para crear l40,000 empleos. Esta ley también ha ayudado a ofrecer una alternativa económica a la producción de drogas. Necesitamos renovar y ampliarla cuanto antes. Si no logramos actuar antes del 16 de mayo, será pagadero el equivalente de 90 días de derechos de importación, lo cual aumentará los precios para consumidores Estadounidenses y perjudicará el desarrollo económico de la región.
Yo reconozco que algunos trabajadores Estadounidenses tendrán que enfrentar desafíos de ajuste como resultado del comercio. Yo apoyo el ayudar a estos trabajadores re-autorizando y mejorando programas de Asistencia para el Ajuste Comercial que darán nuevas habilidades a trabajadores impactados por el comercio, les ayudará a encontrar nuevos empleos rápidamente, y les ofrecerá ayuda financiera.
Casi cinco meses han pasado desde que la Cámara de Representantes aprobó la Autoridad para Promoción Comercial y la legislación comercial andina. Cada día que dejamos pasar sin expandir el comercio es otro día de oportunidades perdidas para fortalecer nuestra economía. El Senado debe actuar, y afirmar el liderazgo comercial de Estados Unidos de una manera bipartita. No podemos dejar que esta iniciativa sea víctima de políticas partidarias. Nuestros asociados comerciales nos esperan. Los trabajadores Estadounidenses cuentan con nosotros. Y los Estados Unidos no puede darse el lujo de más demoras.
Gracias por escuchar.
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