Discurso: 25 de agosto de 2001
<Discursos del Presidente George W. Bush
Buenos días.
Dentro de poco, el Congreso regresará a Washington para tomar sus últimas decisiones sobre los gastos públicos para el año 2002. Un nuevo informe presupuestario publicado esta última semana muestra que, a pesar del retraso económico que comenzó en el tercer trimestre del año pasado, el presupuesto federal está fuerte, sano, y equilibrado. De hecho, el excedente en el presupuesto para el 2002 será el segundo más grande en la historia de los Estados Unidos. El informe también muestra que estamos financiando las prioridades de la Nación, cumpliendo con nuestros compromisos al Seguro Social y Medicare, rebajando impuestos, y al mismo tiempo amortizando una suma récord de la deuda.
Esto es un gran logro - y se dio porque el Congreso trabajó conmigo esta primavera para ponernos de acuerdo sobre un nivel total de gastos responsable. El Congreso también colaboró conmigo en el primer recorte tributario en una generación - la política indicada justo en el momento indicado para impulsar nuestra economía poco activa. Mientras más rápido crece nuestra economía, más fuerte será el presupuesto federal. La mayor amenaza a nuestra perspectiva presupuestaria es el peligro de que este otoño el Congreso se vea tentado a romper sus compromisos previos y gastar demasiado.
La antigua tradición en Washington es pensar que mientras más se gasta, más importa. Lo que importaba era el tamaño del renglón en el presupuesto - no el efecto que ese renglón tendría sobre las vidas de las personas.
Mi administración toma un nuevo enfoque. Queremos gastar el dinero que usted gana con tanto esfuerzo con el mismo cuidado que lo haría usted. Y cuando gastamos el dinero de la gente, exigimos resultados.
Hoy día, mi Oficina de Administración y Presupuesto emitirá un informe que identifica 14 problemas administrativos en el gobierno federal descuidados hace mucho tiempo. El informe ofrece soluciones específicas para resolverlos.
Por ejemplo: el gobierno de Estados Unidos es el mayor comprador en el mundo de computadoras y otras tecnologías para acumular y utilizar información. En el año 2002, gastaremos $45 mil millones en tecnología de información - esto es más de lo que hemos presupuestado para caminos y carreteras. Sin embargo, hasta este momento, y a diferencia de las compañías del sector privado, esta gran inversión no ha reducido el costo al gobierno ni ha mejorado las vidas de las personas de una manera que se pueda medir.
Otro ejemplo: año tras año la Oficina General de Contabilidad encuentra que la administración de los programas federales de asistencia a estudiantes es tal que son vulnerables al fraude y al desperdicio. Y año tras año, casi nada se ha hecho para asegurar que la asistencia federal destinada a estudiantes necesitados sólo llega a manos de los mismos.
Con la ayuda de líderes en el Congreso como el Senador Fred Thompson, vamos a enfrentar estos problemas y otros similares, con una agenda de reforma enfocada y orientada.
Haremos que el sector público sea más competitivo y que el gobierno sea más sensible a las necesidades de sus ciudadanos. Los estadounidenses exigen servicio de primera calidad del sector privado. Deberían recibir el mismo servicio de primera calidad de su gobierno.
He pedido a los Secretarios de mi Gabinete y a los jefes de agencias que nombren un “oficial administrativo principal” quien será responsable por el des-empeño en su agencia. Estos oficiales formarán el Consejo Administrativo del Presidente para establecer un equipo de liderazgo que escuche, aprenda y sea innovador.
Los contribuyentes trabajan duro para ganar el dinero que envían al gobierno. El Gobierno deberá trabajar igual de duro para asegurar que ese dinero se gaste sagazmente. Yo trabajaré con el Congreso para crear un gobierno que sea responsivo a las necesidades de nuestras personas, y responsable con el dinero de nuestros ciudadanos.
Gracias por escuchar.
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