Discurso: 23 de agosto de 2003


<Discursos del Presidente George W. Bush


Buenos días

A principios de esta semana, terroristas atacaron la sede de las Naciones Unidas en Bagdad. El personal de las Naciones Unidas y los ciudadanos iraquíes asesinados con una bomba estaban dedicados a una misión puramente humanitaria. Hombres y mujeres en el edificio estaban trabajando en la reconstrucción, el cuidado médico para los iraquíes, y la distribución de alimentos. Entre los muertos se encuentra Sergio Vieira de Mello - el representante especial para Irak de las Naciones Unidas - un buen hombre sirviendo una causa importante.

El mismo día, un terrorista en Jerusalén asesinó a 20 personas inocentes que iban en un autobus, incluyendo a cinco estadounidenses. El asesino había escondido bajo su ropa una bomba llena de fragmentos de metal, diseñada para matar y herir al mayor número de personas posible. Entre las 110 personas heridas se contaban 40 niños.

Estos dos incidentes con bombas revelan una vez más la naturaleza de los terroristas, y por qué deben ser derrotados. En su visión maliciosa del mundo, nadie es inocente. Los trabajadores en obras de asistencia y los niños por igual son blancos de asesinato. El terrorismo podrá usar la religión como un disfraz, pero el terrorismo es una violación de todas las religiones y todas las normas de decencia y moralidad.

Los terroristas han declarado la guerra contra todas las naciones libres y todos nuestros ciudadanos. Sus metas son claras. Quieren que más gobiernos se asemejen al régimen opresivo que una vez dominó a Afganistán. Los terroristas cometen atrocidades porque quieren que el mundo civilizado se amedrante y se eche para atrás, para que ellos puedan imponer su visión totalitaria. Pero no habrá indecisión en esta guerra contra el terror, ni nos echaremos atrás. De Afganistán a Irak a las Filipinas y en cualquier otra parte, estamos librando una campaña contra terroristas y sus aliados dondequiera que se junten, que tramen y que actúen. Esta campaña requiere sacrificio, determinación y resolución. Y la seguiremos hasta su final.

Irak es un frente esencial en esta guerra. Ahora estamos luchando contra terroristas y los que quedan de ese régimen que tienen todo que perder si la libertad avanza en el corazón del Medio Oriente. En la mayor parte de Irak, hay un movimiento constante hacia la reconstrucción y hacia una sociedad estable y auto-gobernante. Este progreso hace que los terroristas que quedan se vuelvan aún más desesperados, dispuestos a atacar los símbolos del orden y de la esperanza, como son las fuerzas de coalición y el personal de las Naciones Unidas.

El mundo no será acobardado. Unos cuantos violentos no van a determinar el futuro de Irak, ni habrá un regreso a los días de las salas de tortura y las fosas comunes de Saddam Hussein. Trabajando con iraquíes, las fuerzas de coalición están en la ofensiva contra estos asesinos. Con la ayuda de un flujo creciente de inteligencia proveniente de iraquíes ordinarios, estamos aumentando las emboscadas, confiscando armas enemigas, y capturando a líderes enemigos. Los Estados Unidos, las Naciones Unidas, y el mundo civilizado continuarán apoyando al pueblo de Irak mientras recupera su nación y su futuro.

Estamos determinados también a no permitir que asesinos decidan el futuro del Medio Oriente. Un estado palestino nunca se creará sobre una base de violencia. Tanto las esperanzas de ese estado como la seguridad de Israel, dependen de una campaña sin tregua contra el terror, librada por todas las partes de la región. En el Medio Oriente, la verdadera paz tiene enemigos mortales. Sin embargo, Estados Unidos será un amigo constante de todo líder que trabaje por la paz mediante una oposición activa a la violencia.

Todas las naciones del mundo enfrentan un desafío y una opción. Con actos contínuos de asesinato y destrucción, los terroristas están poniendo a prueba nuestra voluntad - deseando que nos debilitemos y nos retiremos. Sin embargo, en todo el mundo, están descubriendo que nuestra voluntad no se podrá hacer flaquear. Cualquiera que sean los obstáculos, nosotros vamos a perseverar. Vamos a continuar esta guerra contra el terror hasta que los asesinos sean entregados a la justicia. Y vamos a prevalecer.

Gracias por escuchar.



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